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La Rebeldía Alienada


Enviado por   •  8 de Octubre de 2012  •  2.260 Palabras (10 Páginas)  •  441 Visitas

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LA REBELDIA IDEOLOGIZADA

RUBÉN ARRIOLA CASTRO

LICENCIATURA EN PSICOLOGIA

UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA

Cuando escuchamos la palabra Rebelde muchas veces se tiende a evocar la imagen del motociclista con chamarra de cuero que constantemente infringe la ley y esgrime como estandarte el crear sus propias reglas. Este estereotipo del rebelde fue acuñado como un producto más de la gran mafia capitalista de hollywood y fue vendido para el consumo y masificación de una generación confundida y desorientada en busca de un icono identificable.

Este no es el único ejemplo visible de las peripecias del capital para comercializar la rebeldía. Citemos de ejemplo los millares de productos (tazas, camisas, muñecos, pegatinas incluso perfumes) que salen a la venta con la imagen de Ernesto Guevara minimizando su lucha a la más burda ridiculización del consumismo, una mofa e incluso una sátira a los idearios revolucionarios. Incluso se convierte en icono ideologizador al usar su imagen a la que agregaron una corona de espinas para atraer mayor número de feligreses en la juventud.

Así mismo el estado utiliza de manera directa estandartes de la rebeldía como medio de ideologización del pueblo. Si se han de precisar ejemplos es notorio el caso de los caudillos de la revolución Doroteo Arango y Emiliano Zapata que aparte de ser acribillados por las facciones mas burguesas de la lucha revolucionaria, después estas hicieron uso de su nombre en cada discurso del PRIorato para justificar sus acciones contrarrevolucionarias y mantener el orden establecido, un orden social que es conveniente a las elites dominantes.

En palabras de Gabriel Cocimano: “El «mercado» —es decir, el entramado económico y la ideología que sustenta la forma de vida consumista— ha hecho con los discursos y culturas de la «rebeldía» lo que el antiguo conquistador con los territorios que colonizaba: se ha apropiado de ellos.”

Ante estas y otras cuestiones podríamos elaborar la siguiente pregunta ¿Es posible que la rebeldía en la era posmoderna y del capitalismo globalista este bajo un margen de ideologización?

Habría primero que definir la postura desde la cual hemos de concebir el concepto de ideología. Entendemos pues esta como el entramado de ideas o creencias estructuradas sistemáticamente para explicar al hombre y al mundo, y en base a esa maraña “ideológica”, orientar la acción de los individuos. Pero el componente que añade Marx (la ideología Alemana, 1845) es que “las ideas de la clase dominante, son, en todas las épocas, las ideas dominantes”, es decir que la descripción que se da del hombre y del mundo no es una descripción o explicación correcta, sino una deformada, falsa, la cual es consecuencia del interés de la clase dominante por mantenerse en su situación de dominio y cuyo objetivo es alienar a la clase bajo el yugo.

A esto hemos de agregar lo expuesto por Graciela Mota Botello (Cultura política un enfoque psicosocial, 1990) quien presenta que el proceso de ideologización tiende a convertir lo debatible en lo indebatible, lo comunicable en lo innombrable, lo publico en lo privado y lo colectivo en lo individual. Ahora bien la posmodernidad se basa en que la crisis de la modernidad ha traído el fin de la historia, el fin de las grandes ideologías, de verdad, de la ciencia, de Dios, del hombre, de la cultura, y del sentido. La posmodernidad sustituye a la cultura por multicultura, a la universalidad y el monosentido por la pluralidad y el multisentido, o como dice Foucault, “una verdad por una muchedumbre de verdades”. Pero habría que aclarar que esa concepción de las muchas verdades, del individualismo, conlleva necesariamente la interiorización de las ideas, hacer de lo colectivo y de lo público algo privado y por ende tener un margen explicativo y sobretodo de acción ideologizada.

Así pues si miramos los procesos de rebeldía desde este margen contextual encontraremos irremediablemente su contenido ideológico. Y no me refiero a la rebeldía que ostentan los grupos guerrilleros, la cual pudiese parecer obsoleta ante la valoración de los rebeldes que nos atañen, es decir los rebeldes posmodernos y sobretodo la juventud contemporánea.

La rebeldía por su parte se define por su posicionalidad dentro o fuera del sistema: los valores que se ubican en los márgenes de ese sistema suelen ser considerados como típicamente rebeldes.

Así pues se divisa en la década de los sesentas un clima de fuerte efervescencia social soliviantado por una juventud idealista pero crítica, con miras a cambios estructurales en el orden social que revindicara el reclamo social de lo político, lo económico y lo democrático, incluso en los países de notable connotación izquierdista, por que la disidencia no esta circunscrita por una postura de derecha o izquierda y por ende tiene que estar en constante renovación, innovación y en procesos de resignificación y de vanguardización. Al momento en que la rebeldía pasa a ser absorbida por el sistema esta deja de serla o bien esta ideologizada. Eso es lo que pasa en el posmodernismo. Se vive una rebeldía conformista. La rebeldía que contenían los movimientos sesentistas ha sido privatizada, pasó de las conciencias y de las calles a la esfera privada. Como diria Gabriel Cocimano: “La rebeldía de la modernidad era rupturista, sanguínea, visceral, idealista. La rebeldía contemporánea, en cambio, es edulcorada y conformista. Esta rebeldía hoy parece más una estrategia de marketing, una postura intelectual, una práctica esnob”.

O en palabras de Morales(2005) “En la era del conformismo y la permisividad, el rebelde es el sujeto adecuado porque vive en un estado móvil, sin raíces, haciendo de la marginación una forma de vida, como le conviene al sistema»

Cuando García Canclini (la globalización imaginada ,1999), alude a la metáfora del David y Goliat entendiendo a Goliat como la clase político-económica dominante y al David como al sector en pugna por sus reivindicaciones (sociales, políticas económicas) expresa que el Goliat se encuentra diseminado en diferentes países gracias a las redes del mercado y por lo tanto cuasiintangible, Gastón Gutiérrez (Globalidad y localidad construyendo ciudadania, 2002) revira exponiendo que de igual manera el Goliat no sabe por donde le va a salir el David a darle de pedradas, y esto irónicamente gracias a los mismos mecanismos que emplea Goliat para la prolongación y consecución de su poder es decir de la tecnociencia y mas específicamente los medios masivos de comunicación.

Sin embargo lo que no alcanza a divisar Gastón o por lo menos no puntualiza es que ese David no es el David que combate

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