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La Teoría de la mente (ToM)


Enviado por   •  24 de Mayo de 2014  •  Trabajo  •  2.806 Palabras (12 Páginas)  •  297 Visitas

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INTRODUCCIÓN

La Teoría de la mente (ToM) ha sido definida como la capacidad de atribuir estados mentales, tanto a sí mismo como a otros (capaces, a su vez,de atribuir estados mentales). Para algunos autores como Leslie (1987), Riviere & Núñez (1996) y Marti (1997), el desarrollo de la ToM está estrechamente ligado a la percepción, las emociones y el juego de ficción. Este último implica el reconocimiento de las propias representaciones mentales sobre la realidad exterior, a la vez que es un tipo de juego que se presta para representar formas de interacción social en las que existe la tendencia a la atribución emocional y a estados mentales que posibilitan la relación con otros, así como la comprensión y predicción de sus conductas.

A través del juego, de sus mecanismos y del lenguaje emitido al jugar puede identificarse la intencionalidad en el participante y los posibles sentidos que da a su realidad, tanto por su propia conducta como por la que atribuye a otras personas u objetos a través del juego de ficción.

La capacidad del niño para fingir que una cosa es otra, o que posee características distintas, no hace parte del desarrollo del niño en la comprensión de objetos, sino de un discernimiento de la cognición misma. Es el comienzo de la capacidad para manipular y transformar la información mental; igualmente, es la habilidad de notar los cambios en la información, primero en sí mismo, y posteriormente en el otro. Así, esta habilidad es el inicio de la ToM (Gillan, Permack & Woodruff, 1981; Wellman, 1985 en Leslie, 1987). Las representaciones que se construyen en el juego de ficción rompen con la exigencia de la adaptación sumisa a la realidad, en virtud de una alteración de las relaciones normales de referencia, como ocurre cuando los niños son capaces de sustituir unos objetos por otros. Esto muestra que existe una correspondencia entre la actividad mentalista de los niños y los juegos en los que éstos fingen acciones y situaciones (Leslie, 1987; Amsel, Bobadilla,Coch, Remy, 1996; Hannes Tomasello & Striano, 2004). De esta manera, se establecen tres tipos de juego de ficción: sustitución de objetos, atribución de propiedades y objetos imaginarios. De los tres tipos de juego nos centraremos en los dos primeros,que aluden respectivamente a una desviación al referirse al objeto y a una desviación en lo que es cierto sobre el objeto (Leslie, 1987).

La posibilidad de atribuir mente a otros individuos facilita la interacción social y el establecimiento de relaciones, evidenciando la relación entre atribución emocional, intención de la acción y la ToM. Las nociones mediante las cuales las personas elaboran aproximaciones sobre la mente de los demás a partir de sus propias creencias, están mediadas por las experiencias, el contexto, las expectativas y la capacidad de generar relaciones causales sobre los estados emocionales de otros (Thompson, 1987; Hughes & Dunn, 1998; Parkinson, 2007). Por esta razón, las circunstancias en las que se desarrolla el niño no sólo van a tener un impacto sobre sus habilidades cognitivas, sino sobre los contenidos de sus valoraciones emocionales} y mentales. El proceso de atribuir emociones e inferir la intención de la acción de otra persona, implica poder diferenciar la mente propia de la del otro (Gergely, Nádasdy, Csibra & Bíró, 1995; Converse, Lin, Keysar & Epley, 2008).

En concordancia con lo anterior, hemos querido profundizar en la relación existente entre la capacidad de atribuir estados mentales (ToM) y el juego de ficción, valiéndonos de una muñeca como objeto antropomórfico, que por sus características puede facilitar la interacción del niño en el juego (Doyle et al., 1992; Kavanaugh et al., 1997). Buscamos determinar si niños con distintas dificultades en la interacción social, que han crecido en contextos de alta vulnerabilidad, pueden realizar juegos de ficción proposicionales en los que atribuyan ToM a la muñeca, especialmente, emociones y relaciones causa-efecto en las que se refleje la intencionalidad atribuida como respuesta a una situación exterior. Así, será posible conocer si los niños son capaces de acceder y atribuir estados internos al objeto antropomórfico y si, efectivamente, hay transformaciones de la realidad en el transcurso del proceso. Al tener clara la relación entre juego de ficción y ToM, se busca analizar la relación de estos dos componentes con la atribución emocional y valoración de intenciones; aspectos fundamentales para determinar el nivel de desarrollo de ToM, al mismo tiempo que se determina si los participantes presentan ToM de primer o segundo orden.

Método

El trabajo que se realizó fue de carácter cualitativo, de tipo exploratorio-descriptivo, cinco estudios de caso de niños previamente diagnosticados con distintos trastornos psicológicos, en condiciones de vulnerabilidad y con dificultades en la interacción social.

Diseño

Se llevó a cabo un análisis cualitativo, se utilizó un cuestionario desarrollado por los investigadores, basado en la metodología de Selman (1989) y Kohlberg (1989) sobre dilemas morales, en el cual los aspectos a indagar son establecidos a partir de categorías extraídas del estado del arte. Dicho proceso, aunque corresponde a una construcción a priori de categorías, es flexible, dado que se respeta el carácter ideográfico, y en este sentido las categorías pueden ser modificadas si la situación lo exige. Este cuestionario permitió, en conjunto con una observación participante, evaluar la atribución de intenciones y emociones que hace el niño en su interacción con una muñeca.

Esta interacción con los participantes consistió en modificar, a partir de la información que se iba recolectando durante la socialización con los niños, los atributos de una muñeca, apoyándose en la pregunta y repregunta de situaciones hipotéticas que tienen en cuenta el contexto y la vida cotidiana de los niños.

Participantes

Se trabajó con cinco niños que han sido diagnosticados por los psicólogos de las instituciones correspondientes con diferentes trastornos psicológicos y se encuentran en situación de abandono, maltrato y fracaso escolar. Cabe mencionar que la muestra se escogió por conveniencia, debido a que los niños presentaban un buen nivel de interacción verbal, lo que les facilitó el desarrollo del juego de ficción. A continuación se expone la edad correspondiente de cada uno de los participantes, así como también el diagnóstico que se les ha dado en los hogares de protección en los que viven:

Participante 1: 12 años, diagnosticado con trastorno

obsesivo-compulsivo, rasgos autistas, conducta repetitiva y estereotipada, dificultad en la relación social y en la identificación de figuras.

Participante 2: 13 años, diagnosticado

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