La angustia y contagio emocional
Enviado por sofyone5 • 2 de Noviembre de 2014 • Informe • 325 Palabras (2 Páginas) • 180 Visitas
Si la capacidad de sosegar la inquietud de los demás es una prueba de la destreza social, el hecho
de hacerlo en pleno ataque de rabia constituye una auténtica demostración de maestría. Los datos sobre
autorregulación de la angustia y contagio emocional sugieren que una estrategia eficaz puede ser la de
distraer a la persona airada, empatizar con sus sentimientos y con su perspectiva y luego dirigir su atención
a un foco alternativo, uno que le conecte con un campo de sentimientos más positivos, algo que bien
pudiera calificarse como una especie de judo emocional.
El mejor ejemplo que recuerdo de esta habilidad sutil en el arte de la influencia emocional me lo contó
mi difunto amigo Terry Dobson quien, en la década de los cincuenta, fue uno de los primeros
norteamericanos que viajó a Japón a estudiar aikido.
Una noche mi amigo volvía a casa en el metro de Tokio cuando entró en el vagón un enorme,
belicoso, ebrio y sucio trabajador. El hombre, tambaleándose, comenzó a asustar a los pasajeros gritando
todo tipo de imprecaciones y empujó a una mujer que llevaba consigo un bebé, lanzándola hacia donde se
encontraba una anciana pareja, que entonces se levantó de golpe y huyó precipitadamente al otro extremo
del vagón. El borracho dio unos cuantos golpes más y. en su rabia, cogió la barra de metal que se hallaba
en medio del vagón y. con un rugido, trató de arrancarla.
En aquel momento Terry. que se hallaba en plenas condiciones físicas debido a su entrenamiento
diario de ocho horas de aíkido, se sintió llamado a intervenir antes de que alguien quedara seriamente
dañado. Entonces recordó las palabras de su maestro: «el aikido es el arte de la reconciliación y quien lo
considere como una lucha romperá su conexión con el universo. En el mismo momento en que tratas de
dominar a los demás estás derrotado. Nosotros estudiamos la forma de resolver los conflictos, no de
iniciarlos».
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