La enfermedad mental y la normalidad

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Universidad Autónoma de Tamaulipas

FADYCS

Cruz Flores Daniela Stephanie

3° Q

“La Enfermedad Mental

Y La Normalidad”

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INTRODUCCIÓN

En el presente trabajo abordaremos el tema de las enfermedades mentales que estas son trastornos psiquiátricos que pueden llegar a ser tan graves como la esquizofrenia, los trastornos de personalidad, trastornos paranoides, psicosis, depresiones crónicas entre otras que Hacen difícil o en ocasiones hasta llegan a impedir el desarrollo de las capacidades funcionales en la vida cotidiana.

Algunos de los aspectos que se pueden llegar a ver afectados con mayor frecuencia en la vida cotidiana son la higiene personal, autocuidado, el autocontrol, las relaciones personales y familiares, las interacciones sociales, la recreación y el ocio, y también puede afectar el desarrollo de la autosuficiencia económica por su participación en el desempeño laboral.

Las alteraciones en la salud mental llegan a implican alteraciones en el pensamiento, emociones y/o en la conducta. Las alteraciones leves de estos aspectos vitales son frecuentes, pero cuando llegan a provocar una angustia intensa a la persona afectada y/o interfieren en su vida diaria, se pueden considerar enfermedades mentales o trastornos de la salud mental. Estos efectos pueden ser temporales o de larga duración.

La mayoría de los adultos llega a padecer un trastorno mental en algún momento de su vida.

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LA ENFERMEDAD MENTAL

Y LA NORMALIDAD

De acuerdo a la OMS actualidad se calculan que 450 millones de personas en el mundo padecen alguna forma de trastorno mental, que les genera sufrimiento e incapacidad. Aproximando mente de 121 a 150 millones de ellos sufren de depresión y entre 70 a 90 millones padecen trastornos por abuso del alcohol o diversas drogas, un millón de personas se suicidan cada año y entre 10 y 20 millones intentan suicidarse.1

La OMS define la salud como un estado de bienestar físico mental y social completo y no solamente como la ausencia de una enfermedad”2, entonces entendemos la enfermedad mental como la ausencia de salud, presencia de sufrimiento y un proceso patológico.

La enfermedad mental como ausencia de salud nos habla de la falta del estado de bienestar, en el caso de presencia de sufrimiento lo entendemos como la presencia de un factor psicológico que provoca un estado de sufrimiento o de malestar y los procesos patológicos nos hablan de una lesión neurológica que afecta la cognición de los individuos.

El Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales no habla más concretamente de la clasificación de los trastornos mentales relacionados principalmente a los procesos patológicos antes mencionados clasificando estas lesiones en 18 categorías según su el comportamiento o patrón de lesiones que presenten los individuos. La enfermedad mental es tratada en su mayoría como un tabú pues la sociedad relaciona la enfermedad mental únicamente a esta última clasificación, estereotipando a las enfermedades mentales como un problema que incapacita y clasificando a los individuos que padecen de estas como personas incapaces o inútiles para el desarrollo social y su integración en el campo laboral, empero más alejado de la realidad las persona que presentan una enfermedad mental son capaces en su mayoría de desarrollar una vida cotidiana con normalidad, es aquí donde nos encontramos con el segundo concepto de cual vamos a abordar.

La normalidad tiene como concepto “es un conjunto de patrones de conducta o rasgos de la personalidad que son típicos o componen algún patrón estándar de formas adecuadas y aceptables de comportarse y ser. Pero ello conlleva el problema de definir algunos términos considerados ambiguos como son “adecuadas y aceptables”, que difieren de cultura en cultura.3

La normalidad es clasificada de diferentes formas, ya sea en base a la concepción de normalidad según la sociedad o la identificación medica que define a la normalidad en 4 clasificaciones, normalidad como salud, como utopía, como media y como proceso.

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