La sexualidad en la Iglesia católica.
Enviado por Julii.Green • 12 de Febrero de 2017 • Documentos de Investigación • 1.196 Palabras (5 Páginas) • 333 Visitas
La sexualidad en la Iglesia Católica
Para abordar el tema de la pedofilia en la iglesia católica en necesario abordar como se trata la sexualidad en la misma, para lo cual explicaremos a continuación.
Hay que tener en cuenta en primera medida que existen ciertas críticas sobre el modo en que afronta la sexualidad una jerarquía eclesial que presume ideales de castidad y celibato. Se dice que una de las imposiciones de la Iglesia Católica Romana hace sus ministros es el de mantenerse “célibes” a lo largo de su vida, o por lo menos durante el ejercicio de su cargo eclesiástico.
“El “celibato”, palabra española proveniente del latín “caelebs”, en español “no casado”, se refiere a la abstinencia del matrimonio por parte del clero y las ordenes monásticas de la Iglesia Católica Romana. Esta Iglesia reconoce que en el tiempo del Concilio de Nicea el Clero tenía libertad para casarse de acuerdo con la práctica de la Iglesia apostólica. Sin embargo, a fines de este periodo se introdujo clandestinamente dentro de la Iglesia una doble norma de espiritualidad.”[1] De acuerdo a los planteamientos anteriores se dice entonces que como regla general el celibato no era la prohibición de sostener relaciones sexuales sino la de contraer matrimonio.
Es así como, hubo, hay y seguramente habrá muchas discusiones acerca del problema que ha surgido por el fenómeno del abuso infantil por parte de miembros del Clero católico y que ocasiona, en la mayoría de veces, el cuestionamiento del celibato sacerdotal católico, debido a que existen “mitos” en donde se dice que el estado célibe de los sacerdotes los conduce hacia la pedofilia debido a la confusión que suelen presentar o sentir en determinados momentos de su vida acerca de su orientación o identidad sexual. Sin embargo, hay que dejar algo en claro y es que el celibato no es causa de ninguna adicción sexual desviada, entre las que se cataloga la pedofilia, pues si se compara a los sacerdotes con hombres en condiciones normales y que se encuentran casados[2], son los últimos quienes, en el mayor de los casos, abusan de menores; la mayoría de los casos de pedofilia se producen en el entorno familiar o vecinal, debido a que son recurrentes casos de niños (as) o adolescentes abusados por sus papás, abuelos o tíos. Es por este motivo que se dice que si hay un cura pedófilo es porque lleva la perversión desde antes de iniciar dicha actividad. Sin embargo no necesariamente el hecho de que el sacerdote se encuentre en un estado “célibe” tienda a tener comportamientos inclinados a una adicción sexual preferente hacia niños.
Muchos sacerdotes, no todos, están habilitados para cumplir esta medida, sin embargo, algunos otros, debido a circunstancias tales como el deseo sexual o la necesidad de obtener compensaciones afectivas, que en la mayor medida tienden a vincularse con niños en lugar de adultos, podría decirse que por la vulnerabilidad que los caracteriza, no son aptos para asumir el estado célibe. Resulta oportuno entonces, y de acuerdo a las consideraciones anteriormente dichas, considerar que “aquellos que ya abusan sexualmente de niños voluntaria y deliberadamente suelen ser personas que ingresan en el clero con el fin de “encubrirse” en una institución que se centra en el celibato, y porque el clero puede tener un frecuente acceso a los niños”[3]
Después de lo anteriormente expuesto, resulta oportuno mencionar que, actualmente, cuando un sacerdote participa en actividades inmorales que tengan que ver especialmente con temas sexuales, por lo general es raro e increíble que la Iglesia lo expulse del sacerdocio o sea excomulgado, sino que la solución es trasladarlo a otra parroquia y quizás lo pongan ante tratamientos psicológicos, muchas veces como útil excusa para encubrir sus delitos sexuales. “Bajo unas encuestas revelaban que un 72%de los católicos opinaba que la jerarquía de la iglesia católica manejaba mal el problema de la pedofilia, y un 74% consideraba que el Vaticano solo piensa en defender su imagen y no resolver el problema. Los cardenales de la Iglesia Católica, tienen orden de encubrir los delitos sexuales del clero para proteger la imagen de honestidad de la institución”[4]
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