La teoría psicoanalítica de Freud

No hay mortal que pueda guardar un secreto. Si los labios callan [el paciente] habla con las puntas de los dedos; la revelación sale sola… en cada poro. De esta manera, es muy posible lograr que se hagan conscientes los más ocultos rincones de la mente”

(Freud, 1905)

La teoría psicoanalítica es una disciplina fundada por Sigmund Freud, la cual revolucionó el concepto y tratamiento de los problemas emocionales mediante el desarrollo de nuevas técnicas. En base a la exploración de deseos, miedos, conflictos, impulsos y recuerdos que estuvieran más allá de la conciencia, Freud analizaba todo el material de la mente generando interés en áreas del inconsciente, desarrollo infantil, personalidad y conducta anormal.

Para conocer un poco más sobre esta teoría es importante definir algunos de los conceptos desarrollados por Freud.

En la teoría Psicoanalítica existe una energía sexual que todo ser humano tiene y le permite moverse en todas las actividades que realice; esta energía sexual es nombrada por Freud como “Energía libidinal”. Es decir, la libido es la fuente energética guiada por el principio de placer que conlleva el proceso primario de libre circulación y descarga de energía. Así mismo, el modelo económico es el que se ocupa de los procesos energéticos que regulan la actividad mental, la economía se refiere a “Cuánto das y cuánto recibes”. Este modelo es posible observarse en la relación de pareja; en donde el cariño que se le da al otro (catexia), es en la mayoría de veces igual al cariño que recibes por el otro (contracatexia). La cantidad de energía sexual depende en cada persona y en cada situación y es a lo que se le llama libido Quántum. Esta cantidad de energía que se le deposita al objeto, es la libido objetal y proviene del yo.

El yo es parte del modelo estructural desarrollado por Freud en la segunda tópica en 1923. En este modelo, Freud establece las tres estructuras psíquicas; el ello, yo y superyó.

El ello es la fuente de energía mental inconsciente, en donde se encuentran los deseos e instintos no normatizados culturalmente. Es en esta estructura en donde se ejerce el proceso de represión “y su esencia consiste en rechazar algo de la conciencia y mantenerlo alejado de ella” Freud, p.35 (1915). La represión. Contribución a la historia del movimiento psicoanalítico y otras obras.

La represión manda al inconsciente todos los estímulos aversivos que generen displacer.

Freud, divide al proceso de represión en dos fases; la represión primaria y la represión secundaria. La represión primaria es el primer contacto a donde se dirige la pulsión (inconsciente profundo), y se le niega la admisión a lo consciente. Esta represión al intentar salir a lo consciente va generando retoños psíquicos que chocan con la represión secundaria, en donde el contenido es menos intenso y se generan más retoños hacía el consciente, para así llegar a la censura que es el último filtro antes de llegar a la consciencia. Es importante señalar que si el contenido reprimido es demasiado fuerte, se generarán síntomas como lapsus, actings o se manifestará en sueños. (Freud, 1915)

El Yo es la parte del modelo estructural situado entre el ello y el superyó del cual se hablará más adelante. La misión del yo es mediar entre los deseos inconscientes y las normas que los restringen, así como con el medio externo. Un aspecto importante a destacar dentro de ésta estructura, son las pulsiones de “Eros y Tanatos.” Para entenderlas, iré desglosando primero lo que es una pulsión.

Es posible que una pulsión o TRIEB; como Freud lo llamaba, se confunda con instinto, sin embargo; a diferencia del instinto, en la pulsión hay placer, y es la que está en todos los seres humanos, ya que nos regimos en base al placer. Cada pulsión tiene cuatro partes las cuales son: objeto, fuente, empuje y fin. “La pulsión, no actúa como una fuerza de choque momentánea, sino siempre como una fuerza constante. Puesto que no ataca desde afuera, sino desde el interior del cuerpo, una huida de nada puede valer contra ella. Será mejor que llamemos «necesidad» al estímulo pulsional; lo que cancela esta necesidad es la «satisfacción». Esta sólo puede alcanzarse mediante una modificación, apropiada a la meta (adecuada), de la fuente interior de estímulo”. Freud, p.28 (1915). Pulsiones y destino de pulsión. Contribución a la historia del movimiento psicoanalítico y otras obras.

Una vez descrito el concepto de pulsión, retomaré las pulsiones de “eros y tánatos”; cómo ya se mencionó anteriormente, estas son pulsiones del yo y van a la par, es decir; no se pueden separar, son dependientes una de la otra. Por ejemplo; cuando el novio trata mal a la novia, lo que la mantiene en la relación, son ambas pulsiones. La pulsión de vida por las ganancias secundarias (está guapo, es rico, etc…) y la pulsión de muerte por todo lo que involucra llegar a las ganancias secundarias. La pulsión de vida es el objetivo y la pulsión de muerte, es lo que necesitas y lo que involucra llegar al objetivo.

Además de eros y tánatos, existen las pulsiones sexuales; que son a nivel inconsciente.

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