La verdadera y extraordinari historia de una mujer con trastorno de personalidad multiple
Enviado por nadia2607 • 19 de Septiembre de 2011 • Monografía • 2.850 Palabras (12 Páginas) • 1.382 Visitas
UNIVERSIDAD SAN CARLOS DE GUATEMALA
CENTRO UNIVERSITARIO METROPOLITANO CUM
ESCUELA DE CIENCIAS PSICOLOGICAS
TECNICAS DE PSICOTERAPIA
LICDA. FLOR DE MARIA PALENCIA
5to. Año Vespertina
“LA VERDADERA Y EXTRAORDINARI HISTORIA DE UNA MUJER CON TRASTORNO DE PERSONALIDAD MULTIPLE”
Haida Mercedes Illescas Mayén 9521526
Jeniffer González de Del Águila 200113718
Sonia Elizabeth Ixcotoy Echeverría 200713534
Lourdes Gabriela Lutin Flores 200713716
Ana Gabriela Matul López 200713908
Tema Lucrecia Maldonado Donado 200821168
Nadia Eunice González Alvarez 200822165
Se trata del caso de Sybil Dorsett, una joven mujer que padece de trastorno de identidad disociativo (trastorno de personalidad múltiple). Su situación fue realmente delicada, pues presento más de diez personalidades.
Sybil se mostraba como una persona solitaria y algo tímida, que a lo largo del tiempo había venido presentando extrañas perdidas de la memoria, apareciendo en lugares y encontrándose en situaciones de las que no tenía conocimiento, no sabía cómo llegaba allí. En una ocasión incluso, se lastimo sin darse cuenta, motivo por el cual llego al hospital donde trabajaba la doctora que se volvería su terapeuta.
Sybil es una maestra sustituta y trabaja con niños. Su vida jamás ha sido normal, pero las cosas comienzan a empeorarse cuando esos sucesos anormales comienzan a agudizarse. Ella se encuentra en el parque con los niños, cuando comienza a perturbarse ante ciertos estímulos: el sonido de una cuerda y una anciana de cabello blanco. Ella de repente aparece metida en el agua, y no recuerda nada.
Cuando sucedió el incidente de romper una ventana y lastimarse una muñeca, la doctora que le ayudo rápidamente pudo notar que sufría de algún problema psicológico.
Al pasar el tiempo su problema se fue agudizando y haciéndose mas evidente, presentaba un conflicto con su padre pues debido a su condición cultural no la apoyaba en tratamientos psiquiátricos, la doctora ofreció su ayuda y dio inicio así su tratamiento.
Sucesos como ese comienzan a re aparecer cada vez más seguido. Cosas como oír el piano, las ventanas, que le toquen las manos, que la inviten a salir, etcétera, parecen ser estímulos que no está dispuesta a afrontar conscientemente. En una de sus amnesias, rompe el vidrio de su departamento y llega a parar en el hospital. Es allí cuando la doctora (que es psiquiatra), la atiende. Sybil despierta en su consultorio sin saber que la mandó allí porque parecía presentar un estado confusional agudo. Es cuando confiesa que sufre de periodos de pérdida de la memoria, pero que siempre creyó que a toda la gente le pasaba.
Las primeras personalidades en hacerse evidentes fueron Vicky y Peggy. Peggy destacaba por ser una niña tierna y sentimental y Vicky una chica dinámica y segura. Después de ellas, aparece Marcia una chica con pensamientos suicidas y sueños extraños. También aparece Vanessa quien tiene la habilidad de tocar el piano, la cual había perdido Sybil.
Sybil no se atrevía a salir con Richard un joven vecino que se intereso en ella, por lo cual, al pasar tiempo con el, solía cambiar de personalidad, de acuerdo con la que se adecuara mas a la situación por la que estaba pasando. Aparecen la personalidad de una bebe y una devota religiosa.
Entre sus propias personalidades existían inconvenientes serios, pues algunas hacían lo que otras no se atrevían, y las primeras al desearlo resultaban lastimadas. Un papel importante lo cumple su amigo de la infancia, uno de los pocos individuos a los que en verdad, junto a su abuela, quiso.
En una ocasión sufre un episodio donde siente dolor en sus muñecas, como forma de recordar cuando era amordazada y atada antes de los maltratos.
La doctora se da cuenta de que los daños sufridos por Sybil eran debidos a su madre.
Sybil aprende, de cierta forma a disimular su problema, pues los cambios de personalidad son menos constantes y más adecuados a cada situación. Una de sus apariciones más lamentables fue en una fecha próxima a navidad, donde luego de estar cerca de Richard, sufre el sueño de Marcia, por lo cual despierta como esta e intenta suicidarse, para sorpresa de Richard, y después de pedir la ayuda de la terapeuta, descubre la realidad de Sybil y decide mudarse.
Sybil, al poco tiempo, asegura a la doctora que lo que ha vivido fue una farsa y que ella invento todo, trata de probárselo al mencionar cosas que solo unas personalidades sabían. La doctora deduce que se debe a que estas están uniéndose para evitar que Sybil llegue a una parte de mayor riesgo. La terapeuta sale de viaje por un congreso, pero aprovecha el tiempo fuera para visitar al médico que trataba a Sybil cuando niña y confirma las extrañas lesiones que sufrió en ese entonces. De igual forma encuentra la casa de infancia de Sybil, localiza las cortinas verdes, la mesa de maltrato, la cadena y la caja donde era encerrada, finalmente confronta al padre de Sybil, enterándose que su madre sufría de esquizofrenia paranoica. De vuelta, hace admitir a Sybil su verdad.
Sybil llora por primera vez siendo ella, expresando sentimientos que eran propios de Peggy y admite amar a su abuela y a la doctora.
La doctora lleva a Sybil al parque a pintar, por lo cual, y después de un tiempo considerable, sufre de un episodio, del cual despierta recordándolo todo, por ello, logra sentir rabia hacia su madre, podía recordar lo que le había sucedido sin sentir más dolor.
Por último, Sybil es hipnotizada por la terapeuta y ayudada por la misma, conoce a todas sus personalidades, se concilia con ellas, una a una, las acepta como parte de si y logra, después de once años de tratamientos, independizarse por completo.
Sybil presentaba un desagrado por el color verde, pues le recordaba el color mayoritario presente en la cocina de su casa de la infancia, lugar donde su madre solía lastimarla. Probable ejemplo de condicionamiento clásico.
La presentación de un episodio fue precedida del sonido de una cadena, el rechinido de los sujetadores de un columpio, en el parque mientras atendía a un grupo de niños de los cuales era encargada, esto le recordó la cadena con la cual su madre la colgaba cuando era niña. Ejemplo de un tipo aparente de condicionamiento clásico.
En algunas visitas a la casa de la terapeuta, Vicky se presentaba segura como en todas las ocasiones y solía recurrir, desde un principio, a la negación al momento de ser cuestionada sobre su relación con otras personalidades de Sybil utilizando como mecanismo de defensa.
Marcia
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