La vida sexual de los salvajes del Noroeste de Melanesia
Enviado por Luciano Javier Vega • 26 de Diciembre de 2016 • Monografía • 4.108 Palabras (17 Páginas) • 435 Visitas
La vida sexual de los salvajes del Noroeste de Melanesia
Tribu de las islas Trobriand, ubicada en Papúa Nueva Guinea, Oceanía.
EL ORGANISMO MASCULINO Y FEMENINO Y EL IMPULSO SEXUAL EN LAS CREENCIAS INDIGENAS:
Los indígenas poseen un conocimiento práctico de los sectores principales de la anatomía humana. Con frecuencia descuartizan animales para alimentarse, a su vez realizan visitan a las tribus caníbales vecinas, quienes les suministraron conocimientos de las semejanzas entre en organismo humano y el animal. Su conocimiento de las funciones de los órganos más importantes son extrañas y fantásticas.
Respecto de la anatomía sexual, en su conjunto es limitado, si se lo compara con lo que saben de otras partes del cuerpo.
Sus nociones fisiológicas son simples. Según ellas, los órganos sexuales sirven para excretar y gozar. No relacionan el proceso de la excreción urinaria con los riñones. Un conducto estrecho comunica directamente el estómago con la vejiga y de allí pasa a través de los órganos genitales del hombre y de la mujer. Por ejemplo, el agua que ingerimos atraviesa lentamente este canal, hasta ser expulsado, pero en su camino se decolora y se ensucia en el estómago por el contacto con los excrementos (los alimentos comienzan a convertirse en excrementos en el estómago).
Sus ideas sobre las funciones sexuales de los órganos genitales son más complejas y sistemáticas, y presentan una especie de teoría psicofisiológica.
En los ojos reside el deseo y la lujuria. Son la base y la causa de la pasión sexual. De los ojos, el deseo se transmite al cerebro por intermedio de un nervio o conducto; del cerebro se esparce por todo el cuerpo: estomago, brazos y piernas, para concentrarse finalmente en los riñones.
Los riñones están considerados como la parte principal, como el tronco del sistema. Cuando los ojos ven un objeto deseable, comunican el impulso a los riñones, y estos se lo transmiten al pene y se produce la erección. Así, los ojos, son el punto de partida de toda excitación sexual. Los indígenas dicen que “un hombre con los ojos cerrados no puede tener erección”. Asimismo, el olfato puede reemplazar a veces a la vista.
El proceso de excitación sexual en la mujer es similar. Los ojos, los riñones y los órganos sexuales se encuentran reunidos por un mismo sistema de canales. Entonces los ojos dan la alarma, que pasa a través del cuerpo, se apodera de los riñones y produce la excitación sexual del clítoris. Las secreciones del hombre y de la mujer tienen el mismo nombre “momona”; se originan ambas en los riñones y llenan la misma función, que, sin tener nada que ver con la generación, consiste en lubricar la membrana y aumentar el placer.
A su vez, los riñones son una parte importantísima y vital en el organismo humano, principalmente por ser ellos la fuente de líquido seminal, desconociendo totalmente la función fisiológica de los testículos. No imaginan que estos órganos puedan producir el fluido masculino (semen) porque como las mujeres no poseen testículos y sin embargo, producen “momona”. Los testículos sirven para hacer al pene más hermoso.
REENCARNACION Y CAMINO QUE LLEVA A LA VIDA A TRAVÉS DEL MUNDO DE LOS ESPIRITUS:
Los trobriandeses consideran la menstruación como un fenómeno vagamente relacionado con el embarazo.
Las ideas entre la relación de la sangre menstrual y la formación del feto son extremadamente vagas y se encuentran íntimamente mezcladas a las creencias sobre la encarnación de los seres espirituales.
Según la tradición trobriandesa, la nueva vida comienza con la muerte. Después de la muerte, el espíritu se dirige a Tuma, la Isla de los Muertos, donde vive una existencia agradable y parecida a la terrestre pero más dichosa. Allí, la juventud es duradera, se mantiene con el poder del rejuvenecimiento con el agua de mar. El espíritu se percata de que su piel se torna floja y arrugada y sus cabellos comienzan a encanecerse, entonces se despoja de su envoltura bañándose en el mar, y aparece de nuevo fresco y joven, la piel se vuelve suave y tersa y sin vello. Pero ocurre que el espíritu se cansa de este rejuvenecimiento perpetuo, y que, después de haber llevado una larga existencia, se apodera del deseo de volver a la tierra; entonces vuelve a ella convertido en un niño en estado prenatal.
En el rejuvenecimiento final que los vuelve al estado infantil, los espíritus deben bañarse en agua salada y una vez vueltos a la niñez, entran en el mar y se dejan ir a la deriva. Se dice que van sobre tablas flotantes, sobre hojas, ramas, algas marinas o sobre la espuma del mar.
Una vez que llega a la Isla de los Trobriand, al niño-espíritu, lo toma otro espíritu y lo pone sobre la cabeza de una mujer, entre sus cabellos, ésta sufre dolores de cabeza, vómitos y dolores de vientre. Luego el niño entra en el vientre y la mujer queda embarazada.
La sangre de su cuerpo afluye hacia la cabeza, y la corriente de esta sangre arrastra poco a poco al niño hasta el vientre. Es la sangre la que contribuye a la formación del cuerpo del niño y lo nutre, razón por la cual cesan las menstruaciones de la mujer cuando queda embarazada. Cuando una mujer observa que sus menstruaciones no se presentan, espera uno, dos, tres meses, después de lo cual queda segura de su embarazo.
Los trobriandeses creen mucho en la magia, creen que en Tuma hay hechiceros y que se practica la magia negra, que puede alcanzar a un espíritu y debilitarlo, cansándolo y hastiándolo de la vida y es por ese motivo que el espíritu vuelve al comienzo de su existencia y se transforma en un espíritu-niño.
Estos espíritus rejuvenecidos, estos bebes reencarnados o espíritus-niños son la única fuente que extrae la humanidad de sus nuevas reservas de vida.
Ellos creen en la metamorfosis de los espíritus, que la única razón y la causa real de todo nacimiento es la actividad del espíritu. “Los niños son dados por un baloma”, “un baloma es la causa real el nacimiento de un niño”. Son los espíritus de los antepasados los que fecundan a las mujeres.
IGNORANCIA DE LA PATERNIDAD FISIOLOGICA:
La creencia de que la gestación es a través del espíritu, suministra una buena base teórica para el régimen matrilineal (sociedad matrilineal), ya que atribuye la aparición de todo nuevo ser vivo en la comunidad a los esfuerzos combinados del espíritu del mundo y del organismo femenino, sin dejar sitio a ninguna suerte de paternidad física. El padre no realiza ninguna contribución directa a la fecundación.
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