La vocación sadomasoquista

La vocación sadomasoquista

El pueblo tiene lo que se merece, mientras no luche por salir de la alienación mental a que está sometido.

Conocemos con el nombre de masoquismo aquella alteración psíquica consistente en disfrutar y gozar sexualmente con el sufrimiento tanto psíquico como físico. Dicho sufrimiento es vinculado directamente a estados sexuales y, para lograrlo, los masoquistas buscan desesperadamente que los muerdan, los golpeen o los sometan pasivamente durante el acto. En otras formas de masoquismo, la persona busca el sufrimiento embarcándose en todas las penurias imaginables. Busca ser insultada, desea someterse o vota por su propio fracaso. El masoquismo aparece como un sentimiento de inferioridad, impotencia e insignificancia individual. Esta patología no solo afecta a individuos sino también a colectividades enteras; es lo que podríamos denominar: masoquismo social.

En cambio, el sadismo se manifiesta como una tendencia de someter a otros, como el deseo de hacer sufrir al otro. En el terreno político podemos definirlo como: “Apetito de poder racionalizado. Amor al poderoso y odio al débil. Anhelo de poder sobre los hombres".

El sadismo y el masoquismo se corresponden en el psicoanálisis. Freud dice: “que los sujetos que pertenecen a pueblos con un pasado cargado de sufrimiento pueden padecer una modificación de carácter y que finalmente integran el sufrimiento a su realidad. La suma de esas almas sufridas no puede generar otra cosa que una sociedad que hace del sufrir una costumbre".

Esta "voluntad de sufrimiento", esta actitud individual, como lo señalaba anteriormente, tiene incidencia en el destino general de una sociedad. Efectivamente encontramos países que lucharon valerosamente por obtener su libertad luego de que algún tirano los sometió. Pero algo existe en el alma colectiva de este tipo de pueblos que hace surgir un sentimiento de insignificancia personal y una terrible disposición a ser subordinados a gobernantes que los martirizan. En el colmo de este disfrute malsano, gozan con el maltrato que propicia el tirano. Luego de lograr o de tener la posibilidad de liberarnos de él, en un absurdo movimiento masoquista lo volvemos a aclamar para que nos gobierne y nos vuelva a someter.

Es así como, los últimos gobiernos que hemos tenido han sido ejemplos palpables de cómo nos hemos sometido patológicamente a gobernantes sádicos y perversos. Situémonos en el presente. El actual Jefe de Estado colombiano en el pasado nos hizo "gozar" de dolor cuando senador de la republica impulso varias leyes, tales como la ley 50/90, con el argumento de que esta medida generaría más empleo, su efecto fue todo lo contrario, se disparó el desempleo y por ende los índices de pobreza aumentaron; con la ley 100/93 mercantilizo la salud, la que bien podríamos llamar "ley del paseo de la muerte", todos los días mueren personas de escasos recursos en las puertas de los hospitales por falta de atención.

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