Las Psicologias De Las Actividades Cotidianas
sofiamgomez3 de Julio de 2013
8.108 Palabras (33 Páginas)354 Visitas
LA PSICOLOGÍA DE LAS ACTIVIDADES COTIDIANAS 57
El físico dice que la respuesta al problema de la bala es trivial: ambas
balas dan en el suelo al mismo tiempo. El hecho de que una bala esté
desplazándose horizontalmcntc a gran rapidez no tiene efecto en absoluto
respecto de la velocidad con la que cae al suelo. ¿Por qué hemos de
aceptar esa respuesta? ¿No debería la bala rápida irse elevando —un poco
como los aviones—, de forma que se mantendrá sin caer un rato más,
porque la sostiene el aire? ¿Quién sabe? La teoría física se basa en una
situación en la cual el aire no existe. El malentendido popular es que la
bala disparada dará en el sucio mucho después que la que se ha dejado
caer; sin embargo, esta opinión ingenua no parece tan extraña.
En el caso de la pelota que cae, suponemos que ésta caerá recta al suelo.
De hecho, la pelota sigue la trayectoria A (figura 2.1). Al llevarla la
persona que corre, se pone en movimiento horizontal. Después mantiene
la misma velocidad hacia adelante cuando se la suelta, aunque también
cae al suelo .
La física ingenua —y las opiniones ingenuas de la psicología y de otras
especialidades— suele ser sensata, aunque esté equivocada. Pero a veces,
nos puede hacer caer en el error. Sin embargo, hemos de disponer de una
forma de digerir lo desconocido, pues los seres humanos son seres explicativos.
LOS SERES HUMANOS COMO SERES EXPLICATIVOS
Los modelos mentales, nuestros modelos conceptuales de la forma en que
funcionan los objetos, ocurren los acontecimientos o se comportan las
personas, son resultado de nuestra tendencia a formar explicaciones de las
cosas. Esos modelos son esenciales para ayudarnos a comprender nuestras
experiencias, predecir los resultados de nuestros actos y hacer frente a
acontecimientos imprevistos. Basamos nuestros modelos en los conocimientos de que disponemos, sean reales o imaginarios, ingenuos o complejos.
Los modelos mentales suelen construirse a partir de datos fragmentarios, con escasa comprensión de lo que está ocurriendo, y con una especie
de psicología ingenua que postula causas, mecanismos y relaciones, incluso cuando no existen. Algunos modelos erróneos llevan a las frustraciones
de la vida cotidiana, como ocurría en el caso de mi nevera imposible de56 LA PSICOLOGÍA DE LOS OBJETOS COTIDIANOS
mundo en el cual siempre había fricción y resistencia del aire. Una vez
que interviene la fricción, entonces los objetos en movimiento tienden a
detenerse salvo que se siga empujándolos. Es posible que la teoría de
Aristóteles sea errónea en cuanto a la física, pero describe razonablemente
bien lo que podemos percibir en el mundo real. Imaginemos cómo responderíamos a las siguientes preguntas:
/. Tomo una pistola y la apunto cuidadosamente para que este' paralela al suelo. Disparo
una bala. En la otra mano tengo una bala, de forma que la de la pistola y la que tengo en
la mano se hallan exactamente a la misma distancia del suelo. Dejo caer la bala en el mismo
instante en que disparo la pistola. ¿Cuál de las balas llega primero al suelo?
2. Imaginemos a a I quien que corre por un campo con una pelota en la mano. Mientras
miramos, esa persona deja caer la pelota. ¿Qué camino (a, b, o c en la figura 2.1) recorre la
pelota al caer al suelo? '
2.1. Una persona corriendo deja caer una pelota. ¿Qué camino recorre la pelota
al caer al suelo, el A, el B o el C? Cuando se hizo esta pregunta a escolares de 11
años de escuelas de Boston, sólo el 3 por 100 respondió A, que es la respuesta correcta;
los demás se dividieron por igual entre B y C. I.os estudiantes de segundo ciclo
tampoco acertaron: de 41 estudiantes que acababan de estudiar mecánica newtoniana
durante un mes y medio, sólo el 20 por KM) dio con la respuesta correcta; los demás
estaban divididos casi por igual entre B y C. (Kstudio realizado por VVhite y Horwitz,
1987. La figura procede de Inliluitive Physics de McCloskey. Copyright ® 1983 por
Scientific American, Inc. Reservados todos los derechos).LA PSICOLOGÍA DE LAS ACTIVIDADES COTIDIANAS 55
Si es posible cometer un error, alguien lo cometerá. El diseñador debe
suponer que van a cometerse todos los errores posibles y realizar su diseño
con objeto de reducir al mínimo la posibilidad de error, para empezar, o
sus efectos, una vez que se ha cometido. Los errores deben ser fáciles de
detectar, deben tener unas consecuencias mínimas y, de ser posible, sus
efectos deben ser reversibles.
Los malentendidos de la vida cotidiana
Nuestras vidas están llenas de malentendidos. Ello no debe resultar sorprendente: a menudo tenemos que enfrentarnos con situaciones para las
que no estamos preparados. A los psicólogos les encantan los errores y los
malentendidos, pues aportan pistas importantes acerca de la organización
y el funcionamiento de nuestros cerebros. Muchos de los malentendidos
cotidianos se clasifican como conceptos «ingenuos» o «populares». Y esos
malentendidos no se hallan sólo entre la gente corriente: Aristóteles elaboró toda una teoría de la física que los físicos consideran curiosa y divertida. Pero las teorías de Aristóteles corresponden mucho más a las
observaciones del sentido común y cotidianas que las teorías muy refinadas y abstractas que se nos enseñan en la escuela. Aristóteles elaboró lo
que podríamos calificar de física ingenua. Hasta que se estudia el mundo
esotérico de la física no se aprende lo que es «correcto» ni se puede comprender por qué la visión «ingenua» está equivocada.
LA FÍSICA INGENUA DE ARISTÓTELES
Aristóteles, por ejemplo, creía que los objetos en movimiento no se mantenían en movimiento más que si algo los seguía impulsando. El físico
actual dice que eso es una bobada: un objeto en movimiento sigue moviéndose salvo que se ejerza alguna fuerza para detenerlo. Esa es la primera ley de la dinámica de Newton, y ha contribuido al desarrollo de la
física moderna. Pero cualquiera que haya empujado alguna vez un receptáculo pesado por una calle, o, de hecho, que haya recorrido kilómetros
y kilómetros por un bosque, sabe que Aristóteles tenía razón: si no se sigue
empujando, el movimiento cesa. Naturalmente, Newton y sus sucesores
presumen la inexistencia de la fricción y del aire. Aristóteles vivía en un54 LA PSICOLOGÍA DE LOS OBJETOS COTIDIANOS
6'na vez, una gran empresa de ordenadores me pidió que evaluase un producto totalmente nuevo. Dediqué un día a aprenderlo y someterlo a prueba con varios problemas.
Al utilizar el teclado para introducir datos, era necesario diferenciar entre la tecla de
«retorno» y la de «insertar». Si se daba a la tecla equivocada, se perdía irreparablemente el trabajo realizado en los últimos minutos.
Señalé este problema al diseñador y le expliqué que yo mismo había cometido ese
error a menudo y mis análisis indicaban que probablemente sería un error muy frecuente entre los usuarios. La primera reacción del diseñador fue preguntarme por qué
había cometido ese error y si no había leído el manual. Después procedió a explicar
las diferentes funciones de las dos teclas.
«Sí, sí», expliqué, «comprendo las dos teclas. Sencillamente me confundo entre
ellas. Tienen funciones parecidas, se hallan en lugares parecidos en el teclado y, como
estoy acostumbrado a escribir a máquina, muchas veces le doy automáticamente a la
tecla de "retorno" sin pensarlo. No cabe duda de que otros han tenido problemas
parecidos».
«Ni hablar», dijo el diseñador. Afirmó que yo era el único que me había quejado
y que las secretarias de la empresa llevaban muchos meses utilizando el sistema. Me
sentí escéptico, de manera que fuimos a ver a algunas de las secretarias y les pregunté
si alguna vez habían dado en la tecla de «retorno» cuando debían de haber dado a
la de «insertar». Y si alguna vez, como resultado de ello, habían perdido el trabajo
realizado.
«Claro que sí», dijeron las secretarias, «nos pasa muchas veces».
«Bien, ¿cómo es que nadie ha dicho nunca nada?», preguntamos a las secretarias.
Después de todo, se les había dicho que comunicaran todos los problemas que tenían
con el sistema.
El motivo era muy sencillo: cuando el sistema dejaba de funcionar o hacía algo
raro, las secretarias, obedientes, comunicaban el problema. Pero cuando eran ellas
quienes cometían el error de darle a la tecla de «retorno», en lugar de a la de
«insertar», se echaban la culpa a sí mismas. Después de todo ya les habían dicho lo
que debían hacer. Sencillamente, se habían equivocado.
Claro que la gente comete errores. Los mecanismos complejos siempre
exigen una cierta instrucción, y si alguien los utiliza sin recibir las instrucciones adecuadas, es lógico que cometa errores y que se confunda.
Pero los diseñadores deben preocuparse muy especialmente de hacer que
los errores tengan el menor coste posible. A continuación cito mi credo
sobre los errores:C A P I T U L O I) O S
...