Las consecuencias jurídicas de los casos de suicidio
Enviado por redskins2210 • 14 de Julio de 2014 • Informe • 358 Palabras (2 Páginas) • 444 Visitas
Para considerarse suicidio, la muerte debe ser un elemento carnal, y tiene que ser el fin a conseguir, y no solo una consecuencia casi imparable. Así, los mártires, los que se sacrifican por otros en caso de emergencias ni los soldados que mueren en una guerra son considerados suicidas, y en estos casos, los muertos no son proscritos por la ley. En el caso de que el suicidio tenga consecuencias legales, la ley recoge que debe haber prueba de intención de morir, así como la propia muerte para que el acto sea considerado un suicidio. Puede que dicho proceso sea costoso en caso de minusvalía y tenga que depender de alguien más, que entraría entonces en una dinámica de cómplice de suicidio. Según Guillon y Le Bonniec (1982) “el cómplice es todo aquel que, sin llevar a cabo personalmente los elementos constitutivos de la infracción imputable del autor, solamente ha facilitado o provocado la acción principal por medio de actuaciones de una importancia material secundaria: ayuda, suministro de medios o instigación”6 figura del derecho penal donde sería posible una sanción penal.
La Psicología y la Psiquiatría se revelan como las principales ciencias de la salud para prevenir el suicidio.
El suicidio1 es el acto por el que un individuo, deliberadamente, se provoca la muerte.2
Se estima que las dos terceras partes de quienes se quitan la vida sufren depresión3 y que los parientes de los suicidas tienen un riesgo más elevado (hasta cinco veces más) de padecer tendencias al respecto.4 Los padecimientos psíquicos se encuentran presentes en 9 de cada 10 casos de suicidio; entre ellos, aparte de la depresión se encuentran también los trastornos de ansiedad y las adicciones.5
Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), las enfermedades mentales, principalmente la depresión y los trastornos por consumo de alcohol, el abuso de sustancias, la violencia, las sensaciones de pérdida y diversos entornos culturales y sociales constituyen importantes factores de riesgo de suicidio.
Muchas religiones monoteístas lo consideran un pecado, y en algunas jurisdicciones se considera un delito. Por otra parte, algunas culturas, especialmente las orientales, lo ven como una forma honorable de escapar de algunas situaciones humillantes o dolorosas en extremo.
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