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Lo Propio Y Lo Ajeno: Una Aproximación Al Problema Del Control Cultural


Enviado por   •  11 de Junio de 2014  •  2.976 Palabras (12 Páginas)  •  339 Visitas

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Lo propio y lo ajeno: una aproximación

al problema del control cultural

1. El problema consiste en definir una relación significativa entre sociedad y cultura que sirva como herramienta heurística para entender mejor los procesos culturales que ocurren cuando dos grupos con cultura diferente e identidades contrastantes están vinculados por relaciones asimétricas (de dominación/subordinación). En tal sentido se exploran las posibilidades que ofrece el empleo de la noción de control cultural. A lo largo del planteamiento se pone el énfasis en los procesos que ocurren en el grupo subalterno; al grupo dominante, sólo se hacen algunos señalamientos preliminares.

2. Por control cultural se entiende la capacidad de decisión sobre los elementos culturales. Como la cultura es un fenómeno social, la capacidad de decisión que define al control cultural es también una capacidad social, lo que implica que, aunque las decisiones las tomen individuos, el conjunto social dispone, a su vez, de formas de control sobre ellas.

La capacidad de decision es, desde otro ángulo, un fenómeno cultural, en tanto las decisiones (el ejercicio del control) no se toman en el vacío, sin contexto, ni en un contexto neutro, sino en el seno de un sistema cultural que incluye valores, conocimientos, experiencias, habilidades y capacidades prexistentes. El control cultural, por eso, no es absoluto ni abstracto, sino histórico.

Aunque existen diversos grados y niveles posibles en la capacidad de decisión, el control cultural no sólo implica la capacidad social de usar un determinado elemento cultural, sino -lo que es aún más importante- la de producirlo y reproducirlo.

3. Por elementos culturales se entienden los recursos de una cultura que resulta necesario poner en juego para formular y realizar un propósito social. Pueden distinguirse, al menos, las siguientes clases de elementos culturales:

a) materiales, tanto los naturales como los que han sido trasformados por el trabajo humano;

b) de organización, que son las relaciones sociales sistematizadas a través de las cuales se realiza la participacion; se incluyen la magnitud y las condiciones demográficas;

c) de conocimiento, es decir, las experiencias asimiladas y sistematizadas y las capacidades creativas;

d) simbólicos: códigos de comunicación y representación, signos y símbolos;

e) emotivos: sentimientos, valores y motivaciones compartidos; la subjetividad como recurso.

Todo proyecto social requiere la puesta en acción de elementos culturales. No sólo para realizarlo: también para formularlo, para imaginarlo. Los elementos culturales hacen posible al proyecto; también fijan sus límites, lo acotan, lo condicionan históricamente. Porque los elementos culturales son fenómenos históricos, que cambian a lo largo del tiempo: un producto natural, por ejemplo, puede convertirse en elemento cultural si la sociedad encuentra cualquier forma de emplearlo para el logro de un propósito social. No hay elementos culturales en abstracto.

4. La relación que buscamos es la que se establece entre el grupo social que decide y los elementos culturales sobre los cuales decide.

En una primera aproximación, las posibilidades se esquematizan como sigue:

Decisiones

Elementos

culturales Propias Ajenas

Propios Cultura AUTÓNOMA Cultura ENAJENADA

Ajenos Cultura APROPIADA Cultura IMPUESTA

En situaciones de dominación colonial, es decir, cuando la relación entre grupos con culturas diferentes es una relación asimétrica, de dominación/subordinación, será posible distinguir, en la cultura del grupo subalterno, la presencia de elementos culturales que corresponden a cada uno de los cuatro ámbitos o catogorías de cultura.

En términos etnográficos, descriptivos, la cultura es una sola, abigarrada, contradictoria, híbrida si se quiere. Al analizarla en términos de control cultural aparece su composición en los cuatro sectores. Pero sólo entonces, porque los contenidos concretos de cada uno no están predefinidos (y sí lo están, en cambio, cuando se usan catogorías tales como "estructura" y "superestructura", "cultura material", "cultura espiritual" y "organización social"). Al introducir una dimensión política (decisión, control: poder) se define un nivel diferente de relaciones entre sociedad y cultura, se trasciende la mera descripción y, por otra parte, se evita convertir el análisis en una simple operación mecánica que consiste, esencialmente, en rellenar con datos de la realidad un cuadro de catogorías prestablecidas cuyas relaciones también se asumen como prestablecidas. El análisis se convierte en algo más que un puro ejercicio de corroboración: permite descubrir y no sólo recoger el eco reiterado del propio discurso.

Como el problema está definido en términos de relaciones entre grupos sociales, la dialéctica del control cultural no se establece entre "lo mío" y "lo tuyo", sino entre "nuestro" y "de los otros". Propio y ajeno tienen connotación social, no individual.

Cultura autónoma: el grupo social posee el poder de decisión sobre sus propios elementos culturales: es capaz de producirlos, usarlos y reproducirlos. La agricultura tradicional de milpa puede ser un ejemplo, porque las sociedades campesinas que la practican controlan, en efecto, todos los elementos culturales que son necesarios para su funcionamiento: tierra, semillas, tecnología, organización del trabajo, conocimiento y prácticas simbólicas. (Los problemas que enfrenta la agricultura milpera se pueden entender, desde esta perspectiva, precisamente en términos de pérdida de control cultural en relación con cualquiera de los elementos mencionados.)

Cultura impuesta: ni las decisiones ni los elementos culturales puestos en juego son del grupo social; los resultados, sin embargo, entran a formar parte de la cultura total del propio grupo. Podría ser el caso de hábitos de consumo impuestos por el sistema mercantil: la introducción de la cerveza en sustitución del pulque; o bien, en otro orden, la sutil imposición de modelos de vida, aspiraciones, valores, a través de los medios de comunicación, el sistema educativo, etc. Se trata, en cualquier caso, de un proceso mediante el cual se incorporan elementos culturales que permanecen ajenos porque su control no es de la comunidad considerada.

Cultura apropiada: los elementos culturales son ajenos, en el sentido de que su producción y/o reproducción no está bajo el control cultural del grupo, pero este los usa y decide sobre ellos. Un proceso que parece estar ocurriendo en diversas situaciones es la apropiación de las grabadoras portatiles de cassettes cuyo uso permite

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