¿Los Estudiantes Universitarios Reciben Actualmente Por Parte Las Instituciones Una Verdadera Formación ética? ¿Bajo Que Principios O Valores?
Enviado por uriel123 • 16 de Enero de 2013 • 1.367 Palabras (6 Páginas) • 755 Visitas
1. Flexibilidad:
O dicho de otro modo, tolerancia a la ambigüedad y a la incertidumbre. Todo cambia muy rápido y ello exige una gran capacidad para adaptarse al nuevo contexto. La gente especialmente rígida que sólo sabe moverse por entornos previamente definidos, lo va a pasar mal. Lo importante no es lo que sabes, sino lo rápido que aprendes.
Más importante que tus conocimientos es tu habilidad para saber dónde buscar y qué aprender. Capacidad para separar paja y grano. No se trata de acumular conocimiento por acumular, sino de desarrollar habilidades de búsqueda y filtrado; una cierta sensibilidad para saber qué merece la pena.
2. Agilidad:
A menudo (aunque no siempre) se cumple que quien da primero, da dos veces. Pero hoy es aún más importante. Se necesita gente pragmática y ágil que tenga velocidad de actuación. La parálisis por el análisis es hoy día más peligrosa que nunca. Te deja fuera de mercado. Cuando quieres actuar es demasiado tarde.
El ex CEO de General Electric, Jack Welch, lo tenía claro: «Cuando el ritmo de cambio fuera de la empresa es superior al ritmo de cambio dentro de la empresa, el final está cerca». La capacidad de tomar decisiones es una característica de las personas de alto rendimiento. Y la capacidad de tomar decisiones está asociada a la capacidad de asumir riesgo. El temor a equivocarse agarrota, reprime, acartona.
3. Optimismo:
En Fast Good Management (@fastgoodmanagem) decíamos: «A los optimistas se les debería pagar más. Producen una cadena de consecuencias que aumentan sensiblemente el rendimiento de la organización». Es una frase chocante y que llama la atención a primera vista pero tremendamente cierta y que deberíamos poner más en práctica. Sabemos que entre los cinco criterios que utiliza la NASA para seleccionar a sus astronautas, uno de ellos es el optimismo.
El motivo es sencillo: rara vez las cosas salen como se habían previsto y es frecuente que aparezcan elementos que hagan que discurran por derroteros inesperados. Entonces, más que nunca, se necesita gente que tenga su mirada educada para descubrir soluciones y no para encontrar problemas. Hay que huir de los quejicas, victimistas y pesimistas.
4. Resistencia Emocional:
Hoy día prácticamente cualquier iniciativa que uno ponga en marcha está condenada a desaparecer con mayor o menor celeridad. Hay que ser fuerte (muy fuerte) emocionalmente para hacer frente a los momentos de derrota, a los momentos de sequía, a los momentos de bajón.
La vida no es una línea recta (nunca lo ha sido), pero de ahora en adelante cada vez más se irán alternado con mayor frecuencia los picos y valles. Habrá más momentos de ruptura, de crisis, tanto profesionales como personales. Hay que aprender a gestionar oportunamente la adversidad, el fracaso y la soledad sin tirar la toalla. Ser mentalmente fuerte. Te recomiendo que leas Desde la adversidad: liderazgo, cuestión de carácter, de Santiago Álvarez de Mon.
5. Capacidad de Trabajar en Equipo:
Si eres un lobo de estepa solitario, tus posibilidades de éxito son limitadas. Detrás de cualquier éxito lo que hay son equipos, la suma de complementariedades fuertemente cosidas por un proyecto común. En entornos complejos, más todavía. Tú tienes muchas cosas que aportar, pero sólo no llegarás a ningún lado, porque también tienes carencias. En los posts Equipo, equipo y equipo y también La carpintería y el trabajo en equipo, puedes leer algunas de las claves del team building.
Y recuerda las palabras de Amancio Ortega hablando sobre Zara: «Mi éxito es el de todos los que colaboran y han colaborado conmigo. Un ser humano no puede ser tan inteligente, tan poderoso o tan prepotente como para hacer él solo una empresa de este calibre. Son muchos los que se han dejado la vida en la empresa. Son muchos los que han hecho realidad esta joya desde el principio hasta hoy» (y no dejes de leer el post Así es Amancio Ortega: el hombre que creó Zara).
6. Multidisciplinariedad:
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