Los Hijos De Francisco

Antes de nacer e incluso desde que se haya producido la concepción del embarazo, toda una familia ha creado expectativas sobre el futuro bebè, los padres suelen fantasear de jòvenes con tener un hijo que sea esto y lo otro, puede que incluso hasta antes de que se conocieran.

Todas esas expectativas y esos sueños forman parte de uno mismo , de quién se es realmente y a veces ese peso es tan fuerte que uno deja de ser quien es para ser lo que el otro o los otros desean con las consecuencias emocionales que eso implica. Uno vive la vida de otros en lugar de vivir la propia.

Es una realidad que está muy presente en la sociedad, parece que todo el mundo debe continuar un legado establecido sin poder ser uno mismo por temor a quedar fuera de la familia, por si se es considerado un extraño o se desilusiona a aquellas personas que uno màs quiere. Entonces, con suerte llega el momento en el que uno se pregunta ¿Qué es lo que verdaderamente quiero para mí mismo?

Digo con suerte porque a veces cumplimos a la perfección el papel preestablecido que no dejamos un hueco para nosotros mismos, para nuestros deseos, estamos tan absorbidos por la necesidad de satisfacer a nuestros padres y sus deseos que nos hemos olvidado que somos sujetos con deseos propios, que deben aspirar a cumplir sus propias expectativas.

En muchas ocasiones uno puede quedarse atado a esas expectativas externas en lugar de buscar las propias por lo que uno debe de aprender a escuchar qué es aquello que desea para sí mismo y por sí mismo. No es un acto de rebeldía querer separarse de las expectativas paternas y las figuras parentales, es un paso hacia la vida propia, hacia un mundo de deseos internos que llenan la vida de felicidad cuando uno trabaja por intentar alcanzarlos.

Cada uno tiene que elegir qué es lo que desea en la vida, satisfacer a los demás o así mismo. Personalmente, me parece un coste muy alto satisfacer los deseos de los demás sin ser consciente de cuáles son los sueños propios, intentar alcanzarlos y saborearlos si uno logra ser aquello que siempre deseo ser.

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