Los Seres Mitologicos

LOS SERES MITOLOGICOS

Se piensa que los orígenes en los primeros poblados del neolítico, cuando empezaron nuevas creencias, y ellas la transmitieron a las nuevas generaciones. La palabra mitológicos proviene de “mitos” que vendría siendo la ciencia que se encarga del estudio de los mitos y su interpretación.

¿QUE SON LOS SERES MITOLOGICOS?

son criaturas místicas, ficticias misteriosas o legendarias creadas por culturas o que forman parte de una religión debido a que algunos miembros ingerían grandes cantidades de estupefacientes aunque estas criaturas sobre naturales se daban a la necesidad del hombre para dar una explicación a los fenómenos cotidianos ya que antes de la ciencia, la tradición popular, la magia y la mitología fueron elementos clave para que los supiesen hacer frente a los fenómenos naturales, la creencia de la realidad de su existencia solía ser común, incluso entre las personas instruidas en la época anterior a la ilustración.

Cada mitología tiene su propio carácter distinto y sus criaturas Por ejemplo: Muchas criaturas míticas son híbridas, quiméricas o teriomorfizadas: combinación de dos o más animales o con el ser humano. Pegaso, Quetzalcóatl, Kukulkán, los distintos tipos de dragones y grifos, la esfinge y la propia quimera reúnen partes de distintos animales; el centauro, la parte superior de un hombre y el cuerpo de un caballo; el minotauro, el cuerpo de un hombre y la cabeza de un toro; los sátiros, la parte superior de hombre y la inferior de cabra; las sirenas, la parte superior de mujer y la inferior de pez; el lamasu o kirubi, partes de distintos animales con cabeza humana. Aunque no siempre existía la intención de entender tales combinaciones como la yuxtaposición literal de partes de distintas especies. Algunas se basaron Algunas se basaron en criaturas reales (animales, vegetales o incluso razas humanas o costumbres de pueblos) percibidos como monstros. La religión católica ha

Hecho que muchos de nuestros seres mitológicos se convirtieran en figura diabólicas, era impensable que conviviesen con Dios.

Los viajeros de otras culturas, tergiversadas por múltiples pasos intermedios, terminaban por acuñar una nueva especie imaginaria en los textos literarios, en unos de los libros de Marco Polo, o en los múltiples bestiarios medievales: el cordero vegetal de Tartaria (supuestamente un cordero que crecía atado a la tierra, que en realidad provenía de la descripción de Cibotium barometz, un tipo de helecho) el unicornio (que se construyó a través de testimonios indirectos de rinocerontes y narvales, y del comercio de sus cuernos), las amazonas (pueblo de mujeres sin hombres), los donestres, los cinocéfalos, los blemias o los sciápodas (antropófagos, hombres con cabeza de perro, con la cabeza en el pecho o con un solo y gigantesco pie) Por falta de vocabulario morfológico, los eruditos y viajeros medievales intentaban

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