Malestar En La Cultura - Cap 3
Enviado por Balus • 7 de Noviembre de 2012 • 1.658 Palabras (7 Páginas) • 603 Visitas
III.
Freud cuestiona por qué es tan difícil para los seres humanos conseguir la dicha?. Señala que se dio la respuesta cuando señalamos las 3 fuentes de que proviene nuestro penar: la hiperpotencia de la naturaleza, la fragilidad de nuestro cuerpo y la insuficiencia de las normas que regulan los vínculos recíprocos entre los hombres en la familia, el Estado y la sociedad. En el caso de las dos primeras considera que nos vemos constreñidos a reconocer estas fuentes de sufrimiento y a declararlas inevitables. Pero diversa es nuestra conducta frente a la tercera: la social; nos negamos a admitirla en la medida que no podemos entender la razón por la cual las normas que nosotros mismos hemos creado no habrían más bien de protegernos y beneficiarnos a todos.
Considerando estas situaciones, se puede enunciar que gran parte dela culpa por nuestra miseria la tiene lo que se llama nuestra cultura; seríamos mucho más felices si la resignáramos y volviéramos a encontrarnos en condiciones primitivas. Esta aseveración es asombrosa, porque comoquiera que se defina el concepto de cultura, es indudable que todo aquello con lo cual intentamos protegernos de la amenaza que acecha desde las fuentes del sufrimiento, pertenece justamente a esa misma cultura. Cuestiona Freud, el por qué tantos seres humanos han legado a este punto de vista de hostilidad a la cultura?, sobre lo que opina que un descontento profundo y de larga data con el respectivo estado de la cultura abonó el terreno sobre el cual se levantó después, a raíz de ciertas circunstancias históricas un juicio condenatorio. La última y anteúltima de estas ocasiones las visualiza en el triunfo del cristianismo sobre religiones pagadas en lo que tiene que haber intervenido un factor de hostilidad a la cultura; lo sugiere la desvalorización de la vida terrenal consumada por la doctrina cristiana. El último ocasionamiento sobrevino cuando se dilucidó le mecanismo de la neurosis, que amenazaban con enterrar el poquito de felicidad del hombre culto; se descubrió que el ser humano se vuelve neurótico porque no puede soportar la medida de frustración que la socieda le impone en aras de sus ideales culturales y de ahí se concluyó que suprimir esas exigencias o disminuirlas en mucho significaría un regreso a las posibildades de dicha.
A lo anterior suma un facto de desengaño, sobre lo que indica que en las últimas generaciones lo seres humanos están orgullosos de sus logros, pero creen haber notado que sus conquistas sobre el espacio y el tiempo y sometimiento de las fuerzas de la naturaleza; no promueve el cumplimiento de elevar la medida de satisfacción placentera que esperan de la vida (no son más felices). De esta comprobación debería inferirse simplemente que el poder sobre la naturaleza no es la única condición de la felicidad humana, como tampoco es la única meta de los afanes de la cultura y no extraer la conclusión de que los progresos técnicos tienen un valor nulo para nuestra economía de felicidad. Ej: ganancia positiva de escuchar a mi hijo por teléfono a mucha distancia; sobre lo que se hace oir una voz crítica pesimista y advierte que la mayoría de estas satisfacciones siguieron al modelo de aquel contento barato; entonces se puede decir por ej: que de no existir ferrocarriles mi hijo no hubiera abandonado la ciudad paterna. Parece que no nos sentimos bien en la cultura actual, pero es difícil formarse un juicio de épocas anteriores para saber si los seres humanos se sintieron más felices, pero la felicidad es algo enteramente subjetivo.
En este punto de la indagación, Freud considera necesario abordar la esencia de la cultura cuyo valor de felicidad se pone en entredicho. Señala que cultura designa toda la suma de operaciones y normas que distancian nuestra vida de las de nuestros antepasados animales, y que sirven a dos fines: la protección del ser humano frente a la naturaleza y la regulación de los vínculos recíprocos entre los hombres. Para comprender más buscará los rasgos de la cultura tal y como se presentan en las comunidades humanas. Para ello reconoce como “culturales” todas las actividades y valores que son útiles para el ser humano en tanto ponen la tierra a su servicio, lo protegen contra la violencia de las fuerzas naturales, etc. ej: domesticación del fuego, las gafas para corregir los defectos de los ojos, microscopios para vencer los límites de lo visible, con la cámara fotográfica retiene las impresiones visuales fugitivas.
En tiempos remotos se había conformado un a representación ideal de la omnipotencia y omnipresencia que encarnó en sus dioses. Les atribuyó todo lo que parecía inasequible a sus deseos o le era prohibido; por lo que es lícito decir que tales dioses eran ideales de cultura. Pero, ahora se ha acercado tanta al logro de ese idea que casi ha devenido un dios él mismo; pero no se puede olvidar que el ser humano de nuestros días no se siente feliz en su semejanza con un dios.
Se reconoce a un país una cultura elevada cuando encontramos que en él es cultivado y cuidado
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