Metodología De La Investigacion
Enviado por princhipezk • 20 de Junio de 2012 • 10.053 Palabras (41 Páginas) • 471 Visitas
INFLUENCIA DE LOS PROBLEMAS FAMILIARES EN EL COMPORTAMIENTO DE LOS NIÑOS Y NIÑAS DE 6 A 11 AÑOS DE LA IGLESIA
CRISTIANA CENTRO DE ADORACIÓN DE
LA CIUDAD DE GUAYAQUIL,
DEL PRESENTE AÑO.
INTRODUCCIÓN
Ser niño es sinónimo de ternura, de inocencia pero también de vulnerabilidad. Si recordamos a través de la historia, el niño de una u otra manera es el resultado de muchas frustraciones del adulto y además se lo considera un receptor pasivo de las diferentes formas de violencia.
Cuando en la familia hay problemas de divorcio, separación, malos tratos, drogadicción, etc. el comportamiento de los niños en el ámbito social se ve perjudicado porque les hace vivir situaciones extremas que interfieren su normal desarrollo en la vida.
Muchos niños a muy temprana edad aprenden a ser violentos, por el ejemplo que perciben en sus hogares, posteriormente lo reflejan en su entorno social.
A ellos se les enseñan que los conflictos se resuelven a la fuerza, a través de maltrato ya sea físico o verbal. Allí se gesta la violencia que caracteriza a muchas de nuestras sociedades.
La influencia de su entorno familiar puede causar efectos tantos positivos como negativos. Esto último, origina desórdenes en su proceso de socialización, desarrollo emotivo; generando problemas de conducta y de aprendizaje.
La desobediencia, las rabietas, el negativismo, etc..., constituyen parte de los trastornos de conducta más habituales durante la infancia. Estos problemas pueden resultar muy perturbadores para los padres dado que suelen suponer un desafío a su autoridad y control, llegándose a establecer un vínculo relacional coercitivo con los hijos.
Estos problemas, lamentablemente, parecen ir al alza, incrementándose su magnitud, frecuencia y lo que es más significativo: la edad de inicio cada vez es más temprana. El conocido Síndrome del Emperador describe aquellos niños que se constituyen como verdaderos tiranos en su relación con los padres. Son exigentes, intolerantes y pueden llegar hasta la agresión si se les contraría en sus demandas. Son niños que no admiten el no. Algunas explicaciones alegan al hecho de que son incapaces de sentir las emociones, otros a factores genéticos, por último hay quien alega la educación recibida.
La explicación más sensata es que cada uno de estos factores es sólo parte del problema y que todos ellos en interacción con más o menos peso específico, según el caso, están determinando la conducta actual.
Según Javier Urra (autor del libro "El pequeño dictador"), "si tienes un niño pequeño que hace lo que quiere, que piensa que todos a su alrededor son unos satélites, que a los dos años no ayuda a recoger los juguetes, que jamás se pone en el lugar del otro, aprende que la vida es así y la madre es una bayeta que sirve para ir detrás de él. Si eso no se frena, cuando tiene 16 o 17 años se desborda: exige mucho dinero y cuando la madre un día le dice no, no lo tolera. Lleva 17 años oyendo que sí a todo. ¿Cómo que no?, dice. Entonces la empuja contra la pared, le tira la comida a la cara, la amenaza.
Hoy en día y gracias a los avances de la genética sabemos que, en casos concretos, los episodios de conductas disruptivas son consecuencia de un trastorno genético subyacente (p.e. Síndrome X Frágil) y no siempre todo puede explicarse en términos de educación. Es habitual también encontrar niños especialmente agresivos entre el colectivo que a sufrido carencias afectivas en la infancia y han crecido sin la presencia de sus padres o unos modelos de referencia adecuados.
Pese a ello, una adecuada educación temprana, puede influir en gran medida en la expresión final de esta conducta. Niños que presentan un escasa empatía o reciprocidad emocional hacia otras personas pueden ser adiestrados en técnicas de autocontrol y mejorar su repertorio violento.
Las conductas infantiles inadecuadas pueden presentar cierta "normalidad" en determinadas etapas del ciclo vital. Sin embargo, cuando la magnitud, frecuencia o perseverancia en el tiempo de las mismas son excesivas, pueden necesitar la intervención de un profesional de la salud para corregirlas a tiempo.
La familia siempre ha sido, y es, no solo el entorno más próximo a la persona, sino uno de los elementos claves en este proceso de transformación al que nos estamos refiriendo.
La familia, padres y madres, tienen la responsabilidad del cuidado y educación de los hijos, proporcionándoles los medios necesarios para su adecuado desarrollo, de forma que puedan llegar a ser miembros activos de la sociedad.
CAPÍTULO I
EL PROBLEMA
DEFINICIÓN DEL PROBLEMA
Ubicación del problema en el contexto
Este problema se sitúa en la ciudad de Guayaquil, sector sur en Letamendi 1138 y Guaranda, a dos cuadras del estadio George Capwell. En este sector viven personas de clase media alta y media pobre pero a pesar de esto es considerado zona roja.
En dicha dirección se encuentra la Iglesia cristiana Centro de Adoración, la cual ofrece enseñanzas bíblicas a los niños y niñas todos los domingos a partir de las 9:00 a 12:00 a.m. Los padres que son la mayoría miembros de la iglesia llevan a sus hijos a esta escuela bíblica con el fin de que sus hijos reciban una orientación conductual con bases bíblicas y a su vez disfruten cantando alabanzas y jugando con otros niños.
Pero a través de la investigación realizada se ha podido constatar que algunos niños y niñas presentan trastornos de conducta: agresiones física y verbal, golpes, pleitos, gritos entre otros. Y esto debido a los problemas familiares que influyen en el proceso de socialización, desarrollo emotivo; generando problemas de conducta y de aprendizaje.
1.2. Situación conflicto
El problema se desarrolla los domingos en la mañana de 9:00 a 12:00 a.m. en las aulas de estudio bíblico de la Iglesia cristiana Centro de Adoración, lugar donde se enseña valores y ética respaldada por la Biblia.
Aparentemente parece un lugar donde no se manifestaran actos de mal comportamiento pero algunos niños han reflejado actos de violencia, peleas, insultos, entre compañeros.
Ciertos niños influyen sobre otros y esto permite la formación de una cadena de influencias de este tipo de conductas.
La falta de conocimiento de padres inexpertos, irresponsables o sencillamente afectados emocional o económicamente permite
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