Micromachimos: La violencia invisible en la pareja

Micromachimos: La violencia invisible en la pareja

Se ha investigado e intervenido en el área de la violencia de los varones contra las mujeres. Sin embargo, esto se ha realizado principalmente en las formas de violencia graves y evidentes, y no en las formas mínimas aún ignoradas por gran parte de la población. Dichas formas mínimas de violencia también degradan la autonomía, la dignidad y el equilibrio psíquico de las mujeres.

Estas prácticas mínimas generalmente son denominadas micromachismos, los cuales son maniobras interpersonales que realizan los varones para mantener, reafirmar, recuperar el dominio sobre las mujeres, o para resistirse al aumento de poder de ellas, o para aprovecharse de dicho poder. Dichos micromachismos son consecuencia y expresión del modo de construcción de la psiquis masculina producto de la socialización para los varones que jerarquiza para ellos la valoración del dominio sobre las personas, la autosuficiencia y la creencia en el derecho sobre las mujeres.

Visibilizar los micromachismos es el primer paso para neutralizarlos en las relaciones entre mujeres y varones en el núcleo conyugal. Es este primer paso el que puede contribuir a modificar los juegos de dominio y permitir el desarrollo de las relaciones más cooperativas, honestas e igualitarias en derechos y obligaciones.

Poder y género

        El poder es algo que se ejerce, que se visualiza en las interacciones. Este tiene un doble efecto: opresivo y configurador, en tanto provoca recorte de la realidad que definen existencias (espacios, subjetividades, modos de relación, etc.).

Dos acepciones surgen con la palabra “poder”: la capacidad de hacer, el poder personal de existir, decidir, autoafirmarse; require una legitimidad social que la autorice. Otra, la capacidad y la posibilidad de control y dominio sobre la vida o los hechos de los otros.

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