Migraciones y actitud.
Enviado por jessica_1130 • 27 de Junio de 2016 • Ensayo • 2.148 Palabras (9 Páginas) • 203 Visitas
UNIVERSIDAD DEL VALLE
INSTITUTO DE PSICOLOGÍA
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Fundamentos de Psicología Social
II semestre 2015.
Profesor: Nelson Molina Valencia
Carlos Andrés Sánchez
Ensayo
“La actitud una estrategia o mecanismo para mantener intereses y necesidades”
Estudiante: Jessica Alejandra Rivera Torres
Código: 1535614
La actitud una estrategia o mecanismo para mantener mis intereses y necesidades.
Una definición común y manejada de migración se refiere a la necesidad de la humanidad de desplazarse de un lugar a otro como una forma de evadir o escapar de peligros naturales y/o humanos, o en la búsqueda de diferentes medios para subsistir, cruzando y explorando así diferentes territorios. Teniendo en cuenta lo anterior, los movimientos internacionales de población o fenómeno migratorios, han sido estudiados por la psicología, al ser un proceso que afecta a un número considerable de individuos y que trae consigo consecuencias para el país acogedor y el extranjero. Europa, al ser uno de los principales focos de atracción de inmigrantes, actualmente recibe a una considerable cantidad de personas que huyen de la guerra civil de Siria, buscando encontrar en éste territorio una oportunidad para mejorar su calidad de vida.
Grandes oleadas de migrantes han sido recibidas principalmente por países como; Italia, Alemania, Alemania y también por Hungría, en consecuencia a ello, dichos países han entrado en una gran crisis económica, afectando gravemente a todos sus ciudadanos. Por ello, se ha dado inicio a una crisis social al encontrarse divididas las opiniones de la población frente a la ayuda brindada por cada país a los inmigrantes sirios, por lo cual, algunos países de la unión Europea, presentan una actitud negativa frente a la inmigración Siria, como un mecanismo para proteger y mantener cubiertas sus necesidades económicas y laborales .
Históricamente, Europa ha sido uno de los principales atractivos y destino de más de 20.000 personas, que ven en este continente un lugar para disfrutar de innumerables oportunidades que no poseen en su pais, mejorando en todos los sentidos su vida. Estas migraciones se dan por diferentes factores; principalmente por guerras o, el poco acceso a recursos económicos por parte de sectores marginados, como lo señala el historiador Bade (2003, citado en Miryam Rodríguez Monter, 2008, pág. 33).
Cuestiones como la mala gestión política y económica, combinada con la corrupción en algunos países, los regímenes dictatoriales o militares, las guerras, la concentración de los medios de producción en favor de sectores privilegiados de la población, o el desigual acceso a los recursos, suelen ser algunas de las causa más señaladas de la migración.
Las grandes migraciones a Europa, son ocasionadas en mayor medida por la guerra civil que afronta Siria en los últimos años, la cual ha dejado cerca de 110 mil muertos en el periodo de dos años y, más de 600 mil personas que a diario arriesgan sus vidas tratando de escapar de esta problemática, esto ha aumentado en grandes cantidades el número de personas que buscan ser refugiadas o acogidas en dicha parte del continente, superando las cifras históricas de migración. Aunque, países como Hungría y Grecia afrontan una grave crisis económicas y demográficas, han recibido grandes cantidades de inmigrantes sirios, pero, en vista de la creciente oleada de inmigrantes que entran diariamente a dichos países su actitud ha cambiado.
Debemos entender la actitud, como la unión de dos elementos: el primero, las creencias que se tienen sobre el objeto de actitud; el segundo, el sentimiento que se tiene en relación al objeto. Afirma Rosemberg (1956, 1960, citado en Martín Baró, 1989, pág. 274), “las actitudes son estructuras radiales de conocimiento y afectos acerca de un determinado objeto”. Según lo anterior, la actitud negativa, presente en algunos países europeos como Hungría y Francia que han sido receptores principales en gran medida de los inmigrantes sirios, es el resultado de las ideas que se tienen de los sirios y el desagrado despertado en los ciudadanos en consecuencia de las implicaciones económicas, sociales y demográficas que trae para toda la población húngara, Francesa, griega y, europea en general la acogida de los Sirios que huyen de su país a causa de la guerra, en la búsqueda de mejores oportunidades de vida.
Por lo tanto, es importante resaltar que las ideas o creencias que poseen algunos europeos sobre los sirios, se pueden estar presentando en gran medida a causa del concepto de migración que se maneja en la actualidad. Basándonos en la definición dada por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM, 2006), debemos entender el término migración como:
Término genérico que se utiliza para describir un movimiento de personas en el que se observa la coacción, incluyendo la amenaza a la vida y su subsistencia, bien sea por causas naturales o humanas. (Por ejemplo, movimientos de refugiados y de desplazados internos, así como personas desplazadas por desastres naturales o ambientales, guerras, desastres nucleares o químicos, hambruna o proyectos de desarrollo).
Dicho concepto trae consigo una inmensa carga peyorativa, pues éste es entendido como el extranjero no deseado, aquel que solo es recibido de manera forzosa y que proviene en muchas ocasiones de países pobres, inseguros y violentos, adjudicándoles a los inmigrantes estos adjetivos, creándose así una imagen negativa de los inmigrantes y generalizando a la población . Estas imagenes o creencias que se forman las personas son construidas en mayor medida por medio de la información adquirida en los medios de comunicación, experiencias y percepciones de los demás. Sin embargo, se debe hacer énfasis en que es muy probable que la imagen negativa creada de la población inmigrante, es consecuencia de los medios de comunicación, “un factor que contribuye a generar imágenes de discriminación y exclusión social a nivel colectivo, es la acción informativa de los medios de comunicación” Dijk (1997, citado en Miryam Rodríguez Monter, 2008, pág. 30).
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