Narcomexico

NARCOMÉXICO

El narcotráfico es una industria ilegal mundial que consiste en el cultivo, Manufactura, Distribución y venta de drogas ilegales.

El clima de inseguridad que se vive en este país debido al crimen organizado está trayendo graves consecuencias sociales y económicas.

Este negocio ilegal ha generado una violencia entre carteles por el trasiego y conquista de nuevas plazas, sumando a la guerra del gobierno para tratar de erradicarlo.

A todo esto se le unen muchas conductas y las causantes de estas.

El tema de los secuestros, el narcotráfico y los asesinatos seriales, encuentran ahora, dentro de la narrativa mexicana.

Este enfoque del narcotráfico como un fenómeno estrictamente biológico choca con el paradigma de los modelos biomédico y lo penal. El modelo biomédico trata el fenómeno del narcotráfico enfocándose sobre todo en el trastorno sanitario que supone el uso de drogas, y se limita a ofrecen estrategias de prevención para quienes no usan drogas, y de rehabilitación para quienes las usan.

Estos criminales tienen un perfil muy similar esto influye obviamente en el aspecto biológico. Los narcotraficantes poseen características psicológicas muy particulares que los hacen buenos para los negocios. Les gusta el riesgo, son calculadores en su toma de decisiones y les gusta emprender.

Según el éxito del “Narco” en cuanto a contratación se refiere, básicamente se basa en las expectativas económicas que el negocio ofrece; pero el dinero no es la única causa. Al fin y al cabo involucrarse con el narcotráfico requiere cierto temple, o como dicen algunos de ellos se necesita “estilo de matar y cobijar”

Lo cierto es que las preferencias individuales juegan un papel muy importante en la decisión de ingresar al crimen. Al narcotraficante le gusta su trabajo y le gusta más que cualquier otro trabajo

La mayoría de estos jóvenes, con pocas educaciones formales y provenientes de esferas muy privilegiadas. Con edad promedio de 18 años y habiendo dejado la escuela cuando estaban en secundaria. Incluso el vendedor de droga tiene aspiraciones económicas altas que la legalidad no puede satisfacer.

Los criminales son impacientes. Educarse por años antes de obtener un título que puede, o no, representar una mejor calidad de vida les parece demasiado lejano y/o ajeno.

A mi parecer al narcotraficante le disgusta ser empleado, la mayoría de los convictos expresan un interés muy alto por tener un negocio propio y un fuerte desdén por el empleo pagado.

Esto es muy interesante, parece como si esto se convirtiera en otra profesión común para personas que otorgan valor a la autonomía profesional y que poseen pocas calificaciones formales.

Algo muy curioso es que al final de día el Chapo Guzmán y Carlos Slim tienen varias cosas en común: ambos son

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