No Hay Preguntas Estupidas

NO HAY PREGUNTAS ESTUPIDAS

El autor nos menciona de cómo es que los años cambian la educación, ya que lo que se tiene que aprender cambia de prisa, se hace más difícil saber que enseñar y como enseñarlo constantemente como estudiantes nos quejamos de la pertenecía que se le explica, como maestros estamos constantemente insistiendo en lo que el alumno debe aprender, los maestros se desesperan por el deterioro de la educación así llevan constantemente una pelea con los caprichos de los estudiantes a la hora de aprender, para una buena educación se tiene que tener en cuenta el vinculo maestro-alumno a la hora de aprender ya tanto el alumno como el docente necesita aprender.

Es bien sabido que el docente aunque juega un rol de conocimientos, el alumno tiene siempre algo que enseñar al docente. Pocos de nosotros dedicamos mucho tiempo a preguntarnos por qué la naturaleza es como es, desde donde viene el cosmos.

También el autor menciona como es que cuando trabaja en una escuela infantil o elemental dice que muchos niños son científicos natos aunque con mucho asombro, son curiosos, siempre se le ocurren preguntas provocadoras siempre mostrando un entusiasmo enorme por saber mas siempre le hacen preguntas sobre detalles y para él nunca ha escuchado preguntas estúpidas. Los niños son pequeños exploradores que muchas veces como docentes cometemos el error de matar a esos pequeños científicos, en cambio los de instituto memorizan hechos, a ellos les preocupa hacer preguntas estúpidas.

Para el autor hay algo mas, menciona como él ha visto que a muchos de los adultos les molesta cuando un niño les plantea preguntas científicas ¿Por qué la luna es redonda?, pero los niños también reconocen que ese tipo de preguntas molesta a los adultos, una experiencia mas y un niño mas perdido para la ciencia, los adultos como adultos tenemos miedo de reconocer frente a un niño que en ocasiones no sabe, este un tip que nos da el autor y que pocas veces tomamos en cuenta, como adultos si tenemos alguna idea de la respuesta tratar de explicarla, si no se tiene ni idea ir a la enciclopedia, si no se tiene enciclopedia ir con el niño a la biblioteca, o la más simple respuesta que aunque para los adultos se nos dificulta decir a un niño es reconocer, “no sé decir la respuesta” o una más simple que pocas veces se nos ocurriría decir, cuando seas más grande quizás lo descubras tu.

Hay preguntas ingenuas, preguntas tediosas, ´preguntas mal formuladas, pero toda pregunta es un grito por entender el mundo. Los niños listos que tienen curiosidad son un recurso que se debe cuidar, mimar y animar.

Los maestros disfrutaban de seguridad de trabajo, buenos sueldos y respetabilidad, enseñar era una profesión admirada, en parte porque se reconocía que aprender era una manera de salir de la pobreza.

Los niños necesitan experimentar con

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