Orgullosamente Mamá

Ser mamá cambia tu vida, cada cicatriz de parto es una divisa de orgullo, ser mamá te permite redescubrirte y reinventarte cada día en función de ese desafío que te sumerge en profundas tensiones, sobresaltos, perplejidad, turbulencias y encantamiento.

Ser mamá es abrazar la vida, es retomar la inocencia y la ternura, es vivir una aventura, es conocer el amor incondicional, es asumir un reto y un compromiso de por vida, es entender que cada sacrificio trae sus recompensas.

Ser mamá no te hace súper héroe pero te da el poder y la fortaleza que te anima a afrontar cualquier reto por difícil que parezca. Mamá también sufre, también calla, también se cansa, también llora.

Ser mamá te enseña a apreciar las cosas más sencillas, te enseña a valorar cada garabato, cada logro y felicidad, no solo de tus hijos, también de los que te rodean.

Ser mamá es aprender a poner limites, a ser paciente, ser tolerante, es aceptar que debes amar sin importar las circunstancias ni las decisiones que tus hijos puedan tomar.

Ser mamá es descubrir la inmensa dicha de poder dar lo mejor de ti, a cambio de una sonrisa y un “te quiero mamá”

Ser madre en una bendición y un privilegio y el más grande regalo que mujer alguna puede recibir.

A mis dos compañeros de vida Gracias por sus sonrisas, sus buenos ratos, por darme fuerzas para continuar dando lo mejor de mi, por su lealtad, fidelidad, solidaridad y cooperación… Los amo!!

Orgullosamente mamá

Samantha Ferrer

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