PERFECTO EJEMPLO DE HUMILDAD

UN PERFECTO EJEMPLO DE HUMILDAD

La obra literaria de José María Arguedas se desarrolló a lo largo de cuatro décadas. Su escritura, impulsada por su propia fuerza creativa así como por el anhelo de captar las transformaciones en sus sentimientos que el capitalismo y la modernidad iban generando en el universo andino, el vio la necesidad de reestructurar, una y otra vez, las estrategias narratológicas de que se valía, lo que se tradujo en una incansable modificación de su propia poética.

Arguedas trata de reflejar en todos sus escritos su amado pueblo quechua y mestizo en nuestra lengua, aunque el tenia cierto apego y cariño especial por la lengua quechua a la que él consideraba su lengua materna. Arguedas comienza a escribir su poética a través de los recuerdo que el tenia desde su infancia. Todo comienza en una hermosa familia en Ayacucho con una buena estabilidad económica, luego José María pierde a su madre a sus tres años y esto lo lleva a vivir con su abuela. Pasa un tiempo y su padre se vuelve a cazar y el va a vivir a la casa de su madrastra en la cual sufría muchos maltratos por parte de hijo mayor de dicha señora, el maltrato era tan grande y tan injusto que el hermanastro hacia trabajar a José María Arguedas con los peones campesinos como si fuera parte de ellos. Nadie podría explicar el sufrimiento que sentía José María Arguedas a esa edad ya que era tan solo un niño pero lo que nadie sabía ni mucho menos su hermanastro era que a José María Arguedas no le importaba trabajar un día entero con los peones porque para él ellos eran gente muy bondadosa que le brindaban una excelente compañía; la cual entusiasmaba a Arguedas a sentirse mejor.

Luego de unos años José María Arguedas Altamirano viaja con su padre por la sierra sur donde queda definitivamente en Ica en donde ocurre para él un experiencia traumática, ya que en la escuela donde el asistía tenía una compañera llamada Pompeya de la cual él se enamora...

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