PSICOANALISIS DEL MACHISMO FEMENINO

PSICOANALISIS DEL MACHISMO FEMENINO

(Por: Joel Rivera Vallejos)

Psicoanálisis.- Corriente psicológica que sostiene que los hechos y fenómenos de la conducta humana obedecen a factores inconscientes. (El yo, el súper yo y el ello)

Machismo.- Término aplicado formalmente a la conducta animal, que hace referencia al instinto de protección y dominación sexual que ejerce el animal macho hacia la hembra.

Sexismo.- Término que califica la intención de cualquier género sexual ya sea femenino o masculino de plantear la superioridad frente al otro; comúnmente confundido con la palabra machismo.

Con el diferente enfoque veremos porque muchas mujeres son tomadas como seres interesados que buscan el bienestar económico en los varones más prósperos y también observaremos el eslabón del machismo perdido e ignorado por mujeres y varones a lo largo de la historia y con ello cabe hacernos la siguiente pregunta: ¿Todo esto obedecerá a una actitud plástica e interesada en la mujer? Leyendo mas adelante encontraremos aspectos muy importantes en el proceso de la historia evolutiva de la mujer, porque en un primer plano el machismo fue una forma armónica y natural de poder hacer prevalecer la especie por medio de la fuerza lo cual fue elegido por la mujer. (Joel Rivera Vallejos)

Explicar evolutivamente las diferencias sexuales hace desaparecer la idea de víctimas (las mujeres) y victimarios (los hombres), entendiendo que unas y otros son regidos en principio por leyes naturales más allá de su comprensión y de un fácil control.

Los psicólogos evolucionistas como Petrovsky dan la mayor importancia a una teoría (complementaria a la de la "evolución" de Darwin) que se refiere a la "selección sexual". Esta postula que desde los tiempos prehistóricos, las mujeres y los hombres han luchado contra los otros miembros de su propio sexo, para asegurar que sus genes no se pierdan y que por el contrario permanezcan en sucesivas generaciones futuras. Y con ese objetivo llevaron a cabo ciertas conductas, cuyas bases permanecerían hasta nuestros días, determinando el modo de ser y comportarse de hombres y mujeres , claro que esta se dio en un estadio inferior del desarrollo de la cultura

Buss (1995) señala que cada sexo utilizó diferentes estrategias para ganar en la lucha por transmitir sus genes. El hombre desarrolló la disposición a llevar a cabo la relación sexual con el mayor número de mujeres, para así asegurarse un alto número de descendientes. Por su parte, la mujer desarrolló la preocupación por asegurarse el sustento mantenido para sí misma y sus hijos, sobre la base de que ella soporta un embarazo de nueve meses y debe alimentar y cuidar a sus hijos por bastante tiempo. De esta forma, el hombre se "especializó" por decirlo así, en relaciones sexuales rápidas y de escasa prolongación temporal, mientras que por el contrario la mujer debió optar por tener gran cuidado al elegir al padre de sus hijos, pues no podía correr el riesgo de perder sus genes porque sus hijos murieran al no recibir el alimento y la protección de su pareja.

Es muy probable que las mujeres del neolítico se apiñaran alrededor del cazador más hábil o gustaran de hacer su vida próxima al que más cabezas de enemigos cortara. Aún ahora la voz de la selva palpita en sus cálidos corazones y, ¿qué culpa tienen ellas de que hoy el éxito, lejos de las cacerías con arco y flecha y de las batallas con hacha de piedra, se mida en dinero, en poder y en fama?

Esta proclividad de las mujeres de a hacinarse en torno al éxito, poder, fama y dinero, obedece según los psicólogos genetistas y evolucionistas a parte de los factores culturales y sociales a un patrón de herencia genética que heredaron las mujeres como sistema de selección natural y por esta razón la mujer

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