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PSICOLOGÍA ANORMAL: EL PROBLEMA DE LA CONDUCTA INADAPTADA


Enviado por   •  31 de Agosto de 2016  •  Ensayo  •  1.089 Palabras (5 Páginas)  •  428 Visitas

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PSICOLOGÍA ANORMAL: EL PROBLEMA DE LA CONDUCTA INADAPTADA

CINDY LORENA GARCIA TORO

CÓDIGO: 73470

UNIVERSIDAD INCCA DE COLOMBIA

FACULTAD DE CIENCIAS PEDAGOGICAS HUMANAS Y SOCIALES

BOGOTA

2016

PSICOLOGÍA ANORMAL: EL PROBLEMA DE LA CONDUCTA INADAPTADA

Actualmente  la teoría de la enfermedad mental resulta compleja de definir, es científicamente imprecisa y genera inquietudes y grandes controversias a nivel universal. Como es sabido, el sistema de salud mental ha estado en condiciones precarias no solo por la mala organización de las instituciones sino en mayor medida por que las enfermedades mentales se han considerado análogas a otras enfermedades orgánicas, en resumidas cuentas, se ha pretendido tratar la salud mental de manera similar a como se trata la salud física. Así lo manifiesta Thomas szasz en su ensayo el mito de la enfermedad mental. El autor plantea que los mal llamados pacientes mentales no tienen enfermedades corporales por lo tanto sus “enfermedades”  se catalogan como “funcionales”. Para Szasz al no ser verdaderas enfermedades resultan siendo enfermedades metafóricas” la expresión enfermedad mental  es una metáfora que equivocadamente hemos llegado a considerar un hecho real”.  De manera que puede ser razonable y discutible el afirmar que la enfermedad mental es inexistente, metafórica y falsa. Dado que, un cerebro puede estar enfermo y originar  pensamientos y conductas antisociales, pero entonces no nos estaremos encontrando ante una enfermedad mental sino corporal, concretamente, Según estas consideraciones, la mayoría de las conductas que denominamos o categorizamos como enfermedad mental son producto de nuestra imaginación, en últimas  sino existe una lesión corporal u orgánica no hay enfermedad que tratar.

Por otro lado, es evidente la crítica y el cuestionamiento que Thomas Szazs realiza a la psiquiatría de no emplear un método objetivo para etiquetar la enfermedad mental, lo que verdaderamente  hacen es recurrir a la subjetividad, y se apela al término enfermo mental asociado a una falsa locura, según el autor la psiquiatría pretende “reintegrar” al individuo alejado de las normas, para reintroducirlo a la sociedad, y con argumentos médicos solucionar un problema.

 De igual importancia, Vallejo y Ballus (como se citó en Vázquez 1990)  exponen que  el verdadero objeto de estudio de la psiquiatría es el hombre enfermo psíquico. Estas consideraciones fundamentan mi pregunta ¿será que existe alguna corporación interesada en patologízar la mente? ¿Intereses económicos tal vez?.

 Así mismo, Carmelo Vázquez manifiesta que una de las señas de identidad de la psiquiatría es su continua referencia a las enfermedades mentales, siendo estas una posible vía para definir y encontrar la  naturaleza de lo que llamamos conducta anormal. No cabe duda que durante los últimos años ha crecido considerablemente el interés  por definir los conceptos de lo que es normal y anormal, buscando la respuesta a paradigmas que consisten en explicar por qué un individuo se comporta de determinada forma, motivo por el cual se han generado grandes discrepancias entre los profesionales de la salud mental. De acuerdo con Vásquez (1990) se han  determinado diferentes características como pautas  para determinar que se considera anormal y psicopatológico, (sufrimiento personal, falta de adaptación al entorno, irracionalidad e incompresibilidad, malestar del observador, violación de los códigos ideales y morales). Concibo pues, que cada uno de ellos forma parte integral para llegar a un diagnostico en la existencia de alguna conducta patológica. Así mismo, considero también que lo normal y anormal esta dado en función del contexto social y cultural donde se encuentra inmerso el individuo. Así lo sugiere Mahoney (1980, citado en Vázquez, 1900), lo que debemos calificar como normal-anormal es el binomio contexto-conducta, la  anormalidad debe definirse en términos sociales y conductuales y por lo tanto una buena parte de su sentido se deriva del contexto en que ocurre.

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