PSICOLOGÍA CLÍNICA DE LA NIÑEZ Y ADOLESCENCIA.

UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR

FACULTAD DE CIENCIAS PSICOLÓGICAS

PSICOLOGÍA CLÍNICA DE LA NIÑEZ Y ADOLESCENCIA

NOMBRE: PAMELA CRUZ

TEMA: Informe Clínico

FECHA: 15/06/2016

Nombre del Consultante: Bernardo

Sexo: Masculino

Edad: 12 años

Ocupación: Estudiante

Informante: Padres

Lugar y Fecha de evaluación: Quito, 14 de Junio de 2016.

Bernardo en los últimos 6 meses ha presentado llantos, tristeza, descuido, irritable, enfadado, perdió peso. Lo llevaron a un pediatra, pero este le aconsejo un mes de reposo; sin embargo el niño seguía con los mismos síntomas, hasta llegar al punto de querer estar muerto.

El niño no tenía problemas de comportamiento, ni físicos, hasta hace 6 meses, que sufrio de un resfriado con dolor de garganta y fiebre que duraron de 3 a 4 días. Luego de esto el niño se volvió descuidado, estaba cansado y desarrollo dolor de cabeza. Tiene tristeza, y llora sin ninguna razón, se siente inútil y que no sirve para nada. Le gustaba ir a clases y tenía muchos amigos en la escuela pero ahora estaba muy enfadado e irritable. Durante los meses que pasaban, comenzó a no comer y bajo de peso. Decía que nunca se iba a poner bien otra vez y que prefería estar muerto.

La madre de Bernardo cuando tenía 12 años de edad, estuvo apartada del colegio durante un año debido a un dolor de estómago que acabo sin ningún diagnostico asociado. Bernardo es único hijo.

De acuerdo al resultado de la evaluación del paciente, se aprecia que tiene desinterés, apatía, descuido por sí mismo lo cual están interfiriendo en forma significativa en su desarrollo social, familiar y académica. Por tanto se concluye en el siguiente criterio diagnóstico de acuerdo al manual respectivo DSM- V.

Eje I

296.0(F32.0) Trastorno Depresivo Mayor

Se recomienda seguir un tratamiento en el cual se ayude al niño a tener  una buena autoestima, a distinguir entre los acontecimientos que él pueda controlar y lo que está fuera de su alcance: ayudarlo a que comience a hablar positivamente de sí mismo. Pedir al niño que escriba o hable de sus sentimientos y que anote sus pensamientos placenteros de 3 a 4 veces al día, para que éstos vaya aumentando en un período de 4 a 6 semanas.

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