Pan Diario Septiembre Y Octubre 2013.

Domingo, 1 de septiembre

¡COMO HAN CAÍDO LOS VALIENTES!

2 Samuel 1:1-27 (25)

Después de 4 días que murió Saúl, vino un hombre amalecita a

Siclag. El dio el informe de que muchos del pueblo habían muerto,

incluyendo a Saúl y Jonatán. El dijo que él mismo con su mano había dado la

muerte a Saúl conforme a su petición ya que Saúl estaba apoderado por

angustia. Y como prueba le mostró la corona y la argolla de Saúl. Parece que

él pensó que con todo eso David se alegraría.

Sin embargo David asiendo de sus vestidos, los rasgó, y se

entristeció. Los que estaban con David también hicieron lo mismo. Y

lloraron, lamentaron y ayunaron hasta la noche por Saúl, por Jonatán y por

la casa de Israel. David ordenó matar al hombre amalecita que había

matado a Saúl, el ungido de Jehová.

David compuso una endecha en conmemoración de Saúl y Jonatán.

David lamentó con dolor por la muerte de ellos que fueron más ligeros que

águilas y más fuertes que leones. Saúl había tratado de matar a David sin

cansarse, pero David lo honró hasta el último momento con respeto sólo

por una razón de que Dios lo había levantado. Además, él había amado al

pueblo de Israel. David se lamentó por la muerte de Saúl en mano de los

gentiles. Sobre todo, David honró la memoria de Jonatán, su compañero de

fe.

David amó a Dios, amó al que Dios ungió y amó al pueblo de Dios.

Amó a Jonatán con mucho fervor por cuanto con Jonatán compartía amistad

en Dios. Este amor procedía de su amor a Dios. El que ama a Dios

verdaderamente, ama al ungido de Dios y al pueblo de Dios.

Oro a Dios que nos despojemos de nuestro amor egocéntrico y

amemos a Dios y a sus ungidos.

Pregunta: ¿Amas al amigo de la fe?

Una palabra: El amor Dios-céntrico.

Lunes, 2 de septiembre

DAVID SE HIZO EL REY DE JUDA

2 Samuel 2:1-11 (4)

Saúl ya había muerto, pero David no pensaba ni actuaba como si

dijera que ya era su tiempo de ocupar el trono. Por un tiempo más, David se

quedó en Siclag, en la tierra de los filisteos. David consultó a Jehová si él

debía subir a alguna de las ciudades de Judá sabiendo que ya era tiempo de

volver a su tierra. Dios le dijo que sí. Entonces, David le consultó otra vez

preguntando a qué ciudad debía subir. Dios le dijo que fuera a Hebrón. Para

tomar una decisión importante, David siempre consultaba a Dios primero.

David se fue a Hebrón a vivir con su familia y con los hombres que le

seguían. Entonces, aconteció que vinieron los hombres de Judá a Hebrón a

ungir a David y lo proclamaron el rey de Judá. David bendijo a los de Jabes

de Galaad por

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