Para leer al pato Donald, libro que fue publicado primeramente en Chile en los años setenta de este siglo, escrito por Ariel Dorfman, fue miembro de la división de publicaciones infantiles y educativas de Quimantú

CAPITALISMO

Para leer al pato Donald, libro que fue publicado primeramente en Chile en los años setenta de este siglo, escrito por Ariel Dorfman, fue miembro de la división de publicaciones infantiles y educativas de Quimantú, por lo que tuvo la oportunidad de participar en él; al igual que Armand Mattelart, jefe de la sección de investigaciones y evaluación de comunicaciones de masas de Quimantú. Los autores se adentran en la lucha de clases; develan  los mecanismos por los que la burguesía se desenvuelve y a través de los medios por los que lo hace. Esta investigación va de lo objetivo hasta lo subjetivo para dilucidar verdaderamente lo que es el capitalismo.

Los autores destacan que cerca de estos años, el país del que se habla principalmente, Chile, anunciaba el comienzo de un proceso socialista, donde se buscaba una mejor calidad de vida y se aspiraba a la conclusión de la organización burguesa; se avecinaba un enfrentamiento entre las clases sociales (derecha-burguesía e izquierda-proletario). El libro fue difundido por varios lugares del planeta, se dice que tuvo varios efectos en la sociedad;  para algunos fue algo paradójico, ya que el valor de lo que criticaba (el mundo de Disney) era algo lúdico y natural para la gente que lo consumía; para otros, causó un gran entusiasmo, ya que plasmaba en palabras un manifiesto de cómo poner en marcha el tan anhelado socialismo.

En Para leer al pato Donald los autores estudian y analizan al pato
Donald y a los personajes que lo acompañan, es decir el mundo de Disney, porque esta caricatura viene a perturbar, según los autores, la vida cotidiana de la sociedad; porque lo usan como un patrón de esparcimiento con los niños, y estos absorben todas las ideas que emanan de este personaje. Esta forma de esparcimiento es establecida por la burguesía; quienes son los dueños de los medios de producción, así, les crean de forma indirecta  ideas capitalistas. Los autores deducen que Disney muestra una vida muy concreta para la sociedad, una vida deseada por muchos, pero que no cualquiera logra poseer, abarca ideas ficticias ya que en las historietas del pato Donald se observa como algo muy accesible y natural el poder obtener una vida de este estilo; además de que se les brinda a personas que aún no tienen la capacidad suficiente de razonar y es aún más fácil poder envolverlos, corrompiendo su inocencia.

A mi juicio El mundo de Disney  es un buen modelo para analizar estas cuestiones de clases sociales, ya que el modelo de vida que encontramos en los personajes que acompañan al Pato Donald sí es representado de una forma fantasiosa, ficticia que en la mayoría de los casos no se apega a la realidad. Además, este tipo de análisis es una forma muy eficaz de abordar la vida de cada individuo: hay un buen vínculo entre el actuar de la persona y el “entretenimiento” que se le brinda, porque éste es un medio de fácil acceso a su pensamiento y modo de ver el mundo. Así pues, Disney es un mundo irreal, un mundo donde solo muestra un primer plano: el de poseer (medios de producción), olvidando lo que se necesita para obtenerlo, no hay necesidades reales, todo es ocio en el mundo de
Disney. Ahí entra la relación de la infraestructura y superestructura, todo sistema mantiene una codependencia entre ellas, de no ser así, el sistema está condenado al fracaso.

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