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Personalidad


Enviado por   •  22 de Septiembre de 2012  •  2.007 Palabras (9 Páginas)  •  423 Visitas

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Personalidad

“Los psicólogos por lo general definen la personalidad como un patrón único de pensamientos, sentimientos y conductas del individuo que persiste a través del tiempo y de las situaciones; se refiere a diferencias únicas, esto es, a aquellos aspectos que distinguen a una persona de todas las demás, y es relativamente estable y duradera.

Las teorías psicodinámicas consideran que la conducta es el producto de fuerzas psicológicas que operan dentro del individuo, a menudo fuera de la conciencia. Las siguientes cinco proposiciones son centrales para todas las teorías psicodinámicas :

- Buena parte de la vida mental es inconsciente y, como resultado, la gente se comporta de manera que ella misma no entiende.

- Los procesos mentales como las emociones, motivaciones y pensamientos operan en forma paralela, lo que conduce a sentimientos conflictivos.

- Los patrones estables de la personalidad no sólo empiezan a formarse en la niñez, sino que las experiencias tempranas tienen un fuerte efecto en el desarrollo de la personalidad.

- Las representaciones mentales que tenemos de nosotros mismos, de los demás y de nuestras relaciones tienden a guiar nuestras interacciones con otra gente.

- El desarrollo de la personalidad implica aprender a regular los sentimientos sexuales, agresivos, así como volverse socialmente interdependiente en lugar de dependiente.

Sigmund Freud es el teórico psicodinámico más conocido e influyente; resaltó el inconsciente, todas las ideas, pensamientos y sentimientos de los que normalmente no estamos conscientes.

De acuerdo a Freud, la conducta humana se basa en tres tipos de instinto o pulsiones inconscientes. Algunos instintos son agresivos y destructivos.Otros, como el hambre, la sed, y la autopreservación, son necesarios para la supervivencia del individuo. Por último, está el deseo de placer que Freud consideraba el factor más importante en el desarrollo de la personalidad.

Freud propuso que la personalidad se conforma alrededor de tres estructuras: el ello (id), el yo (ego) y el superyó (superego). El ello es la única estructura presente al nacer y es totalmente inconsciente, consta de todos los impulsos y deseos inconscientes que continuamente buscan expresión. Opera de acuerdo con el principio del placer, es decir, trata de obtener placer inmediato y evitar el dolor. Tan pronto como surge un instinto, el ello busca gratificarlo.

El yo es definido como el mecanismo psíquico que controla todas las actividades de pensamiento y razonamiento. El yo opera de manera consciente, en parte de manera preconsciente y en parte de forma inconsciente. Obtiene información del mundo externo a través de los sentidos y busca la satisfacción de las pulsiones del ello en el mundo externo. Pero en lugar de actuar de acuerdo con el principio del placer, el yo opera de acuerdo con el principio de realidad: por medio del razonamiento inteligente, el yo trata de demorar la satisfacción de los deseos del ello hasta que pueda hacerse de manera segura y exitosa.

Una personalidad que sólo constara de yo y de ello sería totalmente egoísta. Se comportaría de manera eficaz pero poco sociable. La conducta plenamente adulta es gobernada no sólo por la realidad sino también por la moralidad, es decir, por la conciencia del individuo o los estándares morales que éste desarrolla a través de la interacción con los padres y con la sociedad. Freud denominaba superyó a este guardián moral.

El superyó no está presente al nacer. De hecho, los niños pequeños son amorales y hacen cualquier cosa que sea placentera. Sin embargo, al madurar asimilamos, o adoptamos como propios, los juicios de nuestros padres acerca de lo que es “bueno” y “malo”.

Cómo se desarrolla la personalidad

La teoría de Freud del desarrollo de la personalidad se concentra en la forma en que satisfacemos el instinto sexual ene l curso de la vida. Freud llamó libido a la energía generada por el instinto sexual. A medida que maduran los bebés, su libido se centra en diferentes partes sensibles del cuerpo, cada una de las cuales proporciona algún placer. Durante los primeros 18 meses de vida, la fuente dominante del placer sensual es la boca. Aproximadamente a los 18 meses la sensualidad cambia al ano; y alrededor de los tres años vuelve a cambiar, esta vez a los genitales. De acuerdo con Freud, las experiencias de los niños en cada una de esas etapas estampan su personalidad con tendencias que se prolongan en la adultez; si se priva a un niño del placer de la parte del cuerpo que domina cierta etapa, parte de la energía sexual permanece vinculada a esa parte del cuerpo, en lugar de avanzar en la secuencia normal para dar al individuo una personalidad plenamente integrada; esto se denomina fijación.

En la etapa oral, los bebés, que dependen por completo de otras personas para satisfacer sus necesidades, experimentan placer succionando y tragando; cuando aparecen sus dientes de leche, obtienen placer masticando y mordiendo. De acuerdo con Freud, los bebés que reciben demasiada gratificación oral en esta etapa se convierten en adultos abiertamente optimistas, crédulos y confiables; los que reciben muy poca gratificación más tarde se vuelven personas pesimistas, sarcásticas, discutidoras y hostiles.

Durante la etapa anal ( aproximadamente de los 18 meses a los 3 años y medio ) la fuente principal del placer sexual cambia de la boca al ano. El entrenamiento de control de esfínteres tiene lugar justo alrededor del momento en que los niños empiezan a derivar placer de retener y excretar las heces, por lo que deben aprender a regular este nuevo placer.

Cuando los niños alcanzan la etapa fálica (después de los 3 años), descubren sus genitales y desarrollan un marcado apego hacia el padre del sexo opuesto, mientras que se vuelven celosos del padre del mismo sexo. La fijación fálica también puede promover sentimientos de baja autoestima, timidez y minusvalía.

Freud creía que al final del periodo fálico, los niños pierden interés en la conducta sexual e ingresan en un periodo de latencia. Durante este periodo, que empieza alrededor de los cinco o seis años y dura hasta los 12 ó 13, los niños juegan con niños, las niñas con niñas y ninguno se interesa mucho en individuos del otro sexo.

En la pubertad, el individuo entra

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