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Piera Aulagnier Biografía


Enviado por   •  9 de Septiembre de 2013  •  Biografía  •  2.579 Palabras (11 Páginas)  •  408 Visitas

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Piera Aulagnier

Biografía

(1923-1990) Nació en Milán, en octubre de 1923. Su nombre: Piera Spairani. Vivió sus primeros años en Egipto y luego retornó a Italia. Estudió medicina en Francia a los comienzos de los años 50. Su primer marido, Aulagnier; de ahí el apellido con el que es conocida. De ese matrimonio tuvo un único hijo que actualmente es psiquiatra. Después de unos años de matrimonio con Aulagnier se separó y se casó con Cornelius Castoriadis, filósofo, escritor, psicoanalista, con quien compartió no sólo años de matrimonio sino también desarrollos teóricos a los que ambos remitieron mutuamente como complemento de sus propias tesis.

Durante los 10 primeros años como psiquiatra se dedicó a trabajar con pacientes psicóticos. Entre 1955 y 1961 se analizó con Lacan. Fue su discípula hasta 1968, año en que se alejó definitivamente de la Escuela Freudiana de Paris

Participó en la fundación de la École freudienne de Paris (EFP), que abandonó en 1969, en razón de un desacuerdo sobre el pase, para crear en el mismo año, con François Perrier y Jean-Paul Valabrega, la Organisation psychanalytique de langue française (OPLF), Ilamada también "Cuarto Grupo---. Especialista en la clínica de la psicosis, y representante de la tercera generación francesa, fundó la revista Topique.

Introducción

En 1975, su primer libro, La violencia de la interpretación, marca el comienzo de la tercera etapa. Muestra en sentido pleno la imbricación teórico-clínica a la vez que propone las bases para una nueva concepción metapsicológica, a partir, fundamentalmente, del estudio sobre la psicosis. Su obra propone una nueva visión psicoanalítica de la madre con el recién nacido, una nueva metapsicología de la representación, a la vez que abre con su novedosa propuesta sobre el yo el trabajo de auto-historización y su relación con los otros, otra manera de pensar la cuestión del sujeto muy cercana al pensamiento de Freud de sus últimos escritos. Su obra teórico-clínica la ubica entre los pensadores que harán historia en el psicoanálisis contemporáneo.

La violencia de la interpretación

CAPITULO 1: LA ACTIVIDAD DE REPRESENTACION, SUS OBJETOS Y SU META

1. Consideraciones generales

Este libro ofrece un modelo del aparato psíquico centrado en una de sus tareas específicas: la actividad de representación.

Definimos actividad de representación como la tarea común a todos los procesos psíquicos cuya meta es metabolizar un elemento heterogéneo, convirtiéndolo en un elemento homogéneo a la estructura de cada sistema del aparato psíquico.

El término elemento alude a dos clases de objetos: los que son necesarios para el funcionamiento del sistema, y los que se imponen a éste último, el cual no puede ignorar su acción.

La actividad de representación es una actividad psíquica que presenta semejanzas y diferencias con la actividad metabólica, que es un proceso orgánico:

a) Semejanza: Ambos rechazan todo elemento heterogéneo a la estructura o, inversamente, se lo transforma en un material que se convierte en homogéneo a ella.

b) Diferencia: el elemento metabolizado es un cuerpo físico, mientras que el elemento representado psíquicamente es un elemento de información. Una es una actividad orgánica, y la otra una actividad psíquica.

La actividad psíquica está constituida por tres modos de funcionamiento o procesos de metabolización: el proceso originario, el primario y el secundario, cada cual con las siguientes características (ver esquema).

Tomaremos 'conciente' y 'inconciente' en sentido descriptivo, o sea como cualidad de que puede o no ser conocida por el yo.

Los tres procesos indicados en el esquema no están presentes desde un comienzo, sino que van sucediéndose temporalmente: se ponen en marcha por la necesidad de la psique de conocer una propiedad del objeto exterior, propiedad que el proceso anterior estaba obligado a ignorar. Todo induce a pensar que el lapso entre el proceso originario y la aparición del primario es muy breve y, de igual modo, la aparición del proceso secundario es también muy precoz. La aparición de un nuevo proceso no anula la actividad de los anteriores, que siguen funcionando en espacios propios diferentes.

Los elementos a metabolizar son tanto objetos exteriores o de la realidad física, como objetos endógenos al psiquismo, aunque heterogéneos en relación con uno de los tres sistemas. Así, los objetos psíquicos producidos por lo originario son tan heterogéneos respecto a lo secundario como los objetos exteriores que el Yo encuentra.

Hay una homología entre los objetos psíquicos y los objetos físicos: de ambos, y para cada sistema, sólo hay una representación que ha metabolizado al objeto originado en esos espacios, transformándolo en un objeto cuya estructura se ha convertido en idéntica a la del representante.

Toda representación representa al objeto, pero también representa a la instancia o sistema a la que pertenece, pues cada sistema debe representar al objeto de modo tal que su estructura se convierta en idéntica a la del representante.

Tres modos de funcionamiento de la actividad psíquica Tales funcionamientos generan REPRESENTACIONES En la reflexión de esta actividad sobre sí misma, se originan INSTANCIAS ESPACIOS: lugares hipotéticos de las actividades y representaciones Postulado rector de funciona miento

PROCESO ORIGINARIO PICTOGRAFICAS (o Pictograma) REPRESENTANTE ESPACIO ORIGINARIO AUTOENGEN DRAMIENTO: Todo existente es autoengendrado por el sistema que lo representa.

PROCESO PRIMARIO FANTASEADAS (Fantasía) FANTASEANTE (el que pone en escena) ESPACIO PRIMARIO Todo existente es un efecto del poder omnímodo del deseo del Otro.

PROCESO SECUNDARIO IDEICAS (Enunciado) ENUNCIANTE (El Yo o Je) ESPACIO SECUNDARIO Todo existente tiene una causa inteligible que el discurso podrá conocer.

Esta última afirmación la podemos ejemplificar en el proceso secundario, cuya instancia es el Yo. Al respecto, debemos diferenciar y relacionar tres tipos de actividad: la actividad representativa, la cognitiva y la interpretativa.

El Yo busca forjarse una imagen de la realidad exterior, para lo cual ejerce una actividad representativa. Al ejercerla, se ilusiona acerca de que está conociendo los objetos en sí, es decir, se ilusiona acerca de que ejerce una actividad cognitiva, pero en rigor esto no es así: el Yo transforma el objeto exterior asimilándolo a su propia estructura, con lo cual su actividad

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