Por Favor, Sea Feliz

La vida es complicada pero solo porque uno la ve así, uno como persona suele culpar a todo menos a uno mismo de los males de la propia vida pero uno es culpable inconscientemente ya que uno crea esas barreras las cuales se pueden destruir porque “La vida cambia cuando nosotros cambiamos”. El hecho de que ciertas conductas nuestras se repitan todo el tiempo, se debe al subconsciente. Muchos de nosotros presentamos patrones de vida recurrentes; una experiencia pasada, o un mismo comportamiento, se manifiestan una y otra vez. Estos se representan con patrones:

Patrones dramáticos: Sus vidas son dramas interminables.

Patrones de accidente: Ciertas personas tienen un talento especial para accidentarse.

Patrones de enfermedad: Algunas personas se enferman cada vez que se les presenta la oportunidad.

Patrones de desorden: Existen personas propensas al desorden.

Patrones de quiebra: Siempre que tienen dinero adicional buscan la manera de deshacerse de él.

Patrones de indispensabilidad: Nuestro sistema de creencias y actitudes contribuirá a crear y perpetuar la situación.

Patrones de cambio de empleo: Está constantemente cambiando de empleo.

Los patrones negativos tienen su contra que son los patrones positivos, estos es mejor tenerlos en la vida porque nos abren muchas puertas para tener una vivencia maravillosa. Siempre existe resistencia al cambio no siempre es fácil cambiar nuestros patrones de vida, pero es posible hacerlo. Sea cual fuere el punto en que te encuentras actualmente, puedes lograr lo que desees.

Para formar nuevos patrones debemos tener claro que el comportamiento que tenemos se debe a las experiencias de la infancia, los primeros años son fundamentales y son los de mayor importancia en nuestra vida. La imagen que tienes de ti mismo está matizada por tus experiencias, éxitos y fracasos, las ideas que sobre tu propia persona has concebido y las reacciones de los demás hacia ti. Por lo tanto, la imagen que tenemos de nosotros mismos decide:

¨ Qué tanto nos agrada el mundo y qué tanto nos gusta vivir en él.

¨ Exactamente, qué tanto logramos en la vida.

Lo que tú vales tú también mereces exactamente lo mismo. Lo merecías al nacer y lo mereces ahora. Demasiadas personas creen que a menos que sean tan inteligentes, atractivas, bien remuneradas o atléticas como otras que conocen, no merecen respeto ni amor. Una de las características maravillosas de los niños pequeños es que el presente los absorbe totalmente. Al llegar a la edad adulta, muchos aprendemos el arte de angustiarnos por una multitud de cosas. Permitimos que los problemas del pasado y las preocupaciones del futuro se agolpen en el presente, lo cual nos torna ineficientes e infelices. También aprendemos a posponer los placeres y la alegría, haciéndonos a la idea muchas veces de que algún día en el futuro todo marchará mucho

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