Porque Freud Odiaba La música

MICROHISTORIAS: ¿POR QUÉ FREUD ODIABA LA MUSICA. Sigmund Freud, el padre del psicoanálisis y una de las personas más cultas de su tiempo, odiaba la música. Su primera reacción al escucharla era taparse los oídos con las manos. Siempre trataba de evitarla y con la excepción de alguna canción folklórica tenue, cualquier tipo de música le era insoportable y lo mostraba haciendo pucheros. Para colmo, Freud vivía en una de las más importantes ciudades musicales de su tiempo y del mundo: Viena. Así que le era difícil ir a un restaurante o a un jardín cervecero y no escuchar música, cosa que lo enojaba de inmediato (recuérdese que además el doctor tenía mal genio). Como era de esperarse la música estaba prohibida en su casa y sus hijos debían seguir esta regla rigurosamente. Curiosamente, durante su vida, Freud tuvo muchos amigos músicos y musicólogos e inclusive el gran compositor Gustav Mahler pasó por su diván en 1910. Gustav Mahler gran compositor y amigo de Freud Muchas son las reflexiones por las cuales el gran doctor aborrecía la música. Una de ellas es que, aparte de sufrir varias neurosis, como obsesión, compulsión, ansiedad por la muerte, migrañas y desmayos psicógenos, también padecía de melofobia: el miedo a la música. Los síntomas generales de esta fobia son ansiedad, falta de respiración, palpitaciones del corazón, inhabilidad de hablar o pensar, sudor excesivo, miedo a morir, boca seca, nausea y mareos. No hay medicina para curarla, pero existe tratamiento por medio de hipnoterapias y psicoterapias. El mismo Freud analizaba su problema contra la música argumentando que ésta estimulaba memorias reprimidas en su inconsciente, la mayor parte de ellas de naturaleza sexual, que él trataba de evitar de manera consciente. Sucedía una especie de choque entre su cerebro controlador y la inhabilidad de conectar emocionalmente con el lenguaje musical, que básicamente es pasión, sentimiento y emoción. Por otra parte Freud no sólo detestaba la música, sino también la religión, cuyo ingrediente espiritual y misterioso, antítesis de la ciencia —lo único que le importaba al rey del diván—, conecta precisamente con la música. Según Freud odiaba la música, entre otras cosas, porque la asociaba con la feminidad Otros decían que la música y sus cualidades están asociadas con la feminidad, tan insoportable para Freud, un machista que siempre devaluó a la mujer en su psicología, como lo demuestra en su concepto de Histeria. Herr Sigmund no soportaba que la música lo pusiera en contacto con su “parte femenina”: su vida era una continua batalla de autodisciplina contra la obsesión-compulsión irracional. En otras palabras, y algo fuera de lo común: la Música jamás pudo apaciguar a la Bestia Freudiana.

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