Proceso Sicosocial Del Individuo
Enviado por anolivolo • 8 de Diciembre de 2014 • 1.230 Palabras (5 Páginas) • 194 Visitas
Unidad V
Importancia de las relaciones humanas.
Aprendiendo a acompañar, Armendáriz Ramírez, Rubén, Pax.
Sección 1 La esencia de las relaciones humanas.
(Paginas 1-30)
Tema:
Importancia de las relaciones humanas:
a) Comprender la importancia de las relaciones humanas.
b) Determinar la necesidad de las relaciones humanas a nivel interpersonal, familiar y laboral
c) Identificar diferentes tipos de comunicación
d) Advertir la importancia de la comunicación en el desarrollo de las relaciones humanas.
Relación humana.
La relación humana es un proceso que cobra sentido trascendente solo cuando nos revelamos unos a otros para compartir nuestra manera de entender la vida. No es posible vivir aislados, y de aquí se desprendería por lógica simple que, si necesitamos convivir con otros, lo más cuerdo seria que prestáramos mucha atención al cuidado y cultivo de una relación humana afectiva y constructiva y, sin embargo, pareciera que somos incapaces de vivir juntos sin estar en conflicto.
Inicialmente, hemos de reconocer abiertamente que la mayoría de nosotros basa la relación en una serie de expectativas individuales, lo cual nos hace vivenciarla, en mayor o menor grado, como una dependencia psicológica y emocional.
Esto quiere decir que permanecemos relacionados con alguien (en un plano consciente o inconsciente), en la medida en que nos satisface, nos gratifica con el logro de una meta personal o nos brinda un refugio.
Cada cual establece la relación desde una serie de expectativas que por lo general no son abiertamente expresadas al otro. Lo peor de todo es que en múltiples ocasiones ni el mismo individuo las puede reconocer en sí mismo. Esta es la base de una relación humana convencional en la cual nadie habla pero, sin embargo siempre está presente.
Mientras dependamos de otro (intelectual, afectiva o económicamente), dicha dependencia creara necesariamente apatía o miedo, a partir del cual surge el dolor y la agresión.
Con esta mecánica, establecemos una relación de apego a otro y no de amor porque al aferrarnos al otro surgen los celos, el miedo a la perdida, la ansiedad, el resentimiento, es decir, todos los sentimientos propios del deseo de una relación permanentemente y posesiva . Y, por increíble que parezca, a todo esto le llamamos “relación amorosa”.
Podemos deducir entonces que la causa básica de las fricciones en la convivencia humana no depende tanto de como actúa el otro, sino de cómo actúa y reacciona cada uno de nosotros.
La razón más profunda de todo este manejo surge desde la educación que recibimos para concebirnos a nosotros mismos. Tanto personal como socialmente se nos ha educado para entendernos conceptualmente como una persona específica, particular y separada de todos los demás, que ha de realizarse siguiendo su camino, y con esta concepción se nos readoctrina una y otra vez: yo soy yo y tú eres tú.
Crecer con esta implicación separatista es precisamente lo que nos vuelve tan distantes uno de otro, y esta es la raíz fundamental del porque nuestros caminos, cuando mucho, transcurran unos junto a otros pero nunca como uno solo.
Es obvio que biológicamente estamos separados y somos únicos y diferentes, pero todos los procesos psicológicos y, en general, nuestra conciencia es similar en todos los seres humanos: mi conciencia es la conciencia del resto de la humanidad entera y se ha formado precisamente de toda su historia.
El proceso de acompañamiento es una parte medular e inevitable en nuestra existencia.
A lo largo de nuestras vidas, encontramos una gran variedad de personas con las cuales compartimos tiempos, etapas de nuestra
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