Psicología del niño cap 1

Psicología del niño, capítulo 1: el nivel senso-motor

 A lo largo de mi vida, siempre creía que los bebés eran seres carentes de conocimiento, que eran algo “bobos” y hasta que llegaran a la etapa de la pubertad, ya podían ser considerados como personas inteligentes, capaces de resolver problemas por su cuenta, así como utilizar la lógica, sin embargo, con esta lectura me doy cuenta de que un bebé en un ser que no tiene límites.

Este nivel abarca los primeros 18 meses de vida del pequeño, aquí, el no posee inteligencia, pero elabora un conjunto de subestructuras cognoscitivas que le servirán como punto de partida para sus construcciones perceptivas e intelectuales posteriores, así también a un número de reacciones afectivas. En esta etapa el niño se apoya en percepciones y movimientos mediante una coordinación senso-motora de las acciones, éstos se dividen en 6 estadios.

En el estadio I los reflejos del bebé dan lugar al “ejercicio reflejo” que es una consolidación del ejercicio funcional que surge con la práctica, por ejemplo, chupar el seno de su madre para alimentarse. La asimilación reproductora o funcional que asegura ese ejercicio se prolonga en una asimilación generalizadora (chupar otros objetos) y desencadena una asimilación re-cognoscitiva (distinguir el pezón de otros objetos).

El estadio II está caracterizado por la formación de los primeros hábitos (no se consideran aún como fenómenos de la inteligencia). Si seguimos el esquema del reflejo de la succión, podría ser la succión del pulgar, es decir, una extensión de la asimilación senso-motora en juego en el reflejo. El estadio III sucede entre los 4 meses y medio de vida del pequeño, aquí sucede una coordinación entre la visión y la aprehensión, es decir, el sujeto puede tomar y manipular lo que ve a su alrededor.

En el estadio IV se le impone al sujeto una finalidad previa independientemente de los medios que vaya a emplear. Por ejemplo, alcanzar un objeto lejano (Umbral de la inteligencia. El estadio V comienza a los 11 o 12 meses, aquí se inicia la conducta del soporte, que es la búsqueda de nuevos medios por diferenciación de los esquemas conocidos, por ejemplo, si un objeto lejano, está sobre una alfombra o tapete, el niño comenzará a jalarla para obtener el objeto.

Estadio VI señala el término del periodo senso-motor, donde el niño encuentra medios nuevos por combinaciones interiorizadas, por ejemplo, si intenta abrir una caja de cerillos y fracasa, realizará un examen atento de la situación para poder abrir la caja. En conclusión, el niño en un ser fantástico incluso antes de tener inteligencia, pues mediante sus reflejos, puede dar solución a varios problemas, sin duda alguna, el ser humano es un ser que no tiene límites en cuanto a la inteligencia, sólo es cuestión que éste se dé cuenta de su potencial y lo utilice de una manera fructífera.

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