Psicopatologia Forense
Enviado por Silvina Silvina • 7 de Junio de 2018 • Síntesis • 3.058 Palabras (13 Páginas) • 186 Visitas
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Un caso de paranoia
La importancia de la escucha
Silvina Miroschnik
psi@live.com.ar
La propuesta del trabajo es exponer un caso de Paranoia a la luz de la teoría de la Psiquiatría Clásica, con el fin de reflexionar acerca de la importancia del diagnóstico diferencial para poder intervenir de manera precisa, en el marco de una institución pública.
Se trata del caso de una mujer de mediana edad que llega a una institución que asiste a mujeres en situación de violencia, pidiendo ayuda para recuperar a su hijo, refiriendo que su ex-pareja la secuestró. En este marco de una aparente urgencia, es necesario que el profesional PSI pueda posicionarse desde una escucha activa para logar una intervención interdisciplinaria ajustada a la realidad que se presenta y alejada de posiciones moralistas.
Se expondrá una breve viñeta extraída de la práctica profesional en una institución pública con el fin de ilustrar las dificultades que se presentan frente a un caso de Paranoia a la hora de realizar un diagnóstico para pensar en las intervenciones que una institución pública debe y puede hacer. Todos los datos han sido cambiados a fin de preservar la identidad de la mujer, siendo absolutamente confidenciales.
La Secretaría de Desarrollo Social cuenta con una institución que se encarga de asistir a mujeres que se encuentran en situación de violencia vincular con su pareja.
En esta institución trabaja un equipo interdisciplinario compuesto por Trabajadores Sociales, abogados, psicólogos, psicólogos sociales, sociólogos, entre otros. Cada profesional asiste en diferentes etapas de la intervención. En el caso de los psicólogos, intervienen luego de que la mujer haya pasado por la instancia de atención por parte de las operadoras especializadas en violencia, momento en el cual se llena una ficha con sus datos y con el motivo de consulta a la institución. A partir de lo surgido en esa primera entrevista, algunas mujeres son derivadas a una entrevista de admisión psicológica, para que el profesional a cargo evalúe su situación y la derive al dispositivo terapéutico que crea indicado, que puede ser tanto individual, como grupal.
En consecuencia, llega a una entrevista de admisión psicológica, Romina de 40 años de edad. Se observa a una mujer en buenas condiciones de aseo personal, orientada en tiempo y espacio, muy participativa a la hora de la entrevista y con un vocabulario muy desarrollado. Refiere ser licenciada en Filosofía y Letras, estando actualmente sin trabajo debido a la situación angustiante que se encuentra atravesando. Cuenta estar desesperada ya que hace cuatro días, su ex pareja y padre de su hijo de 4 años, se presentó en el Jardín de Infantes del menor y se llevó al mismo sin dejar rastros y de manera ilegal. Refiere haber sido víctima de violencia de género por parte de este hombre, quien tiene actualmente una prohibición de acercamiento. Refiere que es un hombre extremadamente machista y violento, y que además abusó sexualmente del hijo de ambos, motivo por el cual ella se encontraba desesperada porque además de no saber el paradero de su hijo, tampoco sabía qué daños podría causarle su padre.
En principio, se está frente a un caso extremadamente delicado que requiere de una escucha atenta y cuidadosa por parte de la profesional. Pareciera ser un caso de urgencia, ya que un menor estaría corriendo un riesgo inminente. La psicóloga comienza a realizar ciertas preguntas para obtener más información al respecto. Romina refiere haber realizado las denuncias pertinentes y además pide un espacio terapéutico para poder sobrellevar la situación ya que se encuentra extremadamente angustiada.
La psicóloga le pide a Romina toda la documentación legal que tenga para poder hacer una interconsulta con el Equipo de Legal y Técnica de la institución, a lo que responde no haberla traído consigo. Le pregunta acerca de su certeza de que su hijo fue abusada por su padre. Refiere que se dio cuenta hace algunos meses, cuando vio a su padre por última vez y comenzó a cambiar su comportamiento de manera abrupta. Todo comenzó cuando su hijo llega, luego de una visita con su padre, con las uñas de los pies pintadas. Comenzó a tener problemas para defecar, diciendo que le dolía la cola y que además le daba vergüenza bajarse los pantalones. Que comenzó a tener un comportamiento en el cual no acataba los límites, se volvió muy violento con ella y hasta comenzó a tener problemas en el habla. Por este motivo consultó a una psicóloga profesional, quien luego de dos entrevistas realizó un informe contundente en donde citaba frases del niño hablando explícitamente del pene y de los juegos sexuales que realizaba con su padre. Cabe destacar que este informe tampoco lo traía consigo. Asimismo cuenta que frente a esta situación se encuentra muy sola ya que ni sus padres ni sus hermanos la acompañan, refiriendo ser descendiente de una cultura paraguaya extremadamente machista en la cual la mujer no tiene ningún valor. Habla de la "basura" que son todos los hombres y hasta de una experiencia de abuso sufrida en su infancia, que al día de hoy refiere no haber podido elaborar. También cuenta que está en tratamiento psicológico con una terapeuta profesional pero que abandonará el tratamiento para comenzarlo en esta institución pública así, según refiere, los Jueces pueden ver que está haciendo todo lo que le piden. Cuando se le pregunta acerca de sus ingresos refiere que actualmente no trabaja por lo angustiada que se encuentra, pero no termina de explicar claramente con qué medios económicos vive.
Cuando se le pregunta sobre su pasado con el padre de su hijo, refiere que fue una relación tormentosa y violenta. Que él es un hombre manipulador, inteligente y encantador, que por eso nadie le cree acerca de sus denuncias por violencia y mucho menos sobre el abuso sexual a su hijo. Cuenta que fue un padre ausente durante los 4 años del niño, ya que como trabajaba en una provincia del sur, solía irse sin avisarle por tiempo indeterminado. Al preguntarle sobre su embarazo, cuenta que hasta sus 7 meses de gestación no supo que estaba embarazada. Simplemente pensó que estaba enferma y hasta que podría habérsele desarrollado un cáncer por el estrés que vivía. Que un día antes de parir, decidió llamar al padre del menor, para avisarle sobre la situación. Cuenta que es muy difícil para una padre separarse tan abruptamente de un hijo. Que al estar embarazada sentía corrientes eléctricas en la panza que le indicaban que su hijo se estaba posicionando verticalmente en su vientre, pero que empezó a suceder luego de los 7 meses de gestación. Refiere tener problemas para conciliar el sueño, para tener una alimentación adecuada y estar en un estado hipervigilante. Pero que aún así continúa con su vida para sobrellevar esta situación de aparente secuestro de su hijo para que no sea tan doloroso. Que sigue leyendo, sigue yendo a clases de yoga y realizando actividades para distraerse.
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