Psicoterapia Humanista
Enviado por Ansaleja • 31 de Marzo de 2014 • 6.171 Palabras (25 Páginas) • 354 Visitas
PSICOTERAPIA HUMANISTA
LA RELACIÓN TERAPÉUTICA HUMANISTA
Una de las características de las psicoterapias humanistas es la actitud del terapeuta: empática, con coherencia, autenticidad, conciencia y responsabilidad. Esta es la base para que el encuentro interpersonal se convierta en una relación terapéutica.
EL PROCESO TERAPÉUTICO HUMANISTA
El proceso terapéutico te permite conocerte mejor, ampliar tu capacidad de darte cuenta, e integrar tus experiencias dolorosas.
El propósito es que consigas sentir, pensar y actuar de una forma armónica e integrada, relacionarte con autenticidad, crecer como persona, evolucionar hacia el autoapoyo, afrontar los problemas con madurez, y vivir con más conciencia.
Vivir con más conciencia es la clave para afrontar el sufrimiento, encontrar nuevas respuestas a los problemas y recuperar la armonía. Es descubrir, en cada circunstancia, un lugar desde el que mirar con el corazón a la vida, a los demás y a ti mismo.
ESCUELAS HUMANISTAS
EL ANÁLISIS TRANSACCIONAL
LAS METAS DEL ANÁLISIS TRANSACCIONAL:
-La consciencia o capacidad de distinguir la realidad de la fantasía interna proyectada sobre lo que me pasa o lo que sucede.
-La espontaneidad o capacidad de expresar mis propios pensamientos, sentimientos y necesidades y de actuar en consecuencia, viviendo para sí.
-La intimidad o capacidad de abrirme al otro, estar próximo, cercano y ser auténtico con el otro con reciprocidad.
El CONTRATO
Los analistas transaccionales consideran a las personas capaces de decidir lo que desean para sus vidas, excepto en los casos de desautorización legal; por ello el Análisis Transaccional se basa en el contrato de cambio entre el terapeuta y el paciente. El Análisis Transaccional tiene como uno de sus postulados que ambos son responsables por el trabajo contratado, buscando eliminar la posición pasiva del consultado e incentivar transacciones positivas.
ESTADOS DEL YO Y TRANSACCIONES.
Las interacciones de las personas están compuestas de transacciones. Cualquier transacción tiene dos partes: el estímulo y la respuesta. Las transacciones individuales usualmente son parte de una serie mayor. Algunas de estas series o secuencias de transacciones pueden ser directas, productivas o saludables o pueden ser ulteriores, inútiles y poco saludables.
Las personas pueden actuar desde su estado del yo Padre o desde su estado del yo Niño o estado del yo Adulto. Y en toda ocasión nuestras acciones provienen de uno de estos tres estados del yo.
El niño.
El estado ‘Niño del yo’. En él aparecen los impulsos naturales, las primeras experiencias que se nos grabaron en la infancia y cómo respondimos ante ellas. Es la parte de nuestra persona que siente, piensa, actúa, habla y responde igual que lo hacíamos siendo niños. Tiene un tipo de pensamiento mágico e irracional, las relaciones las concibe como algo eminentemente emocional.
El padre.
El estado ‘Padre del yo’. Derivado de los padres y madres que hemos tenido y de las personas mayores que han intervenido de manera directa en nuestra educación. Es un compendio de las actitudes y el comportamiento incorporados de procedencia externa. Sentimos, pensamos, actuamos y hablamos de una manera muy semejante a como lo hacían nuestros padres y madres cuando éramos niños, ya que ellos fueron modelos básicos en la formación de nuestra personalidad.
El Padre juzga para o contra y puede ser controlador o dar apoyo. Cuando el Padre es crítico se le llama Padre Critico. Cuando da apoyo se le llama Padre Nutritivo.
El adulto.
El estado ‘Adulto del yo’. En él percibimos la realidad presente de forma objetiva, de forma organizada, calculamos las circunstancias y consecuencias de nuestros actos con la base de la experiencia y los conocimientos. Es la dimensión interior del individuo, que se caracteriza por el análisis racional de las situaciones, la formulación sensata de juicios y la puesta en marcha del propio sentido de la responsabilidad. Este estado hace posible la supervivencia y, cuando está suficientemente desarrollado, debe analizar si en nuestra conducta hay exceso de influencias inconscientes e irracionales de nuestro padre o de nuestro niño.
TRANSACCIONES; COMPLEMENTARIAS CRUZADAS Y ULTERIORES.
Las transacciones se refieren a la comunicación entre las personas. El Análisis Transaccional enseña a reconocer cuál es el estado del ego que está operando en el inicio de la transacción, y cuál estado del ego del interlocutor responde, de tal modo que se consigue intervenir interrumpiendo una conversación desgastante, y desarrollando la calidad y eficacia de la comunicación.
Las transacciones ocurren cuando cualquier persona se relaciona con otra persona. Cada transacción es hecha de un estímulo y una respuesta y las transacciones pueden proceder desde el Padre, Adulto o Niño de una persona, hacia el Padre, Adulto o Niño de la otra persona.
Transacciones Complementarias Cruzadas. Una transacción complementaria involucra un estado del yo en cada persona. En una transacción cruzada la respuesta transaccional se dirige a un estado del yo diferente de aquella que inicio el estímulo. La comunicación puede continuar entre dos personas mientras las transacciones sean complementarias: las transacciones cruzadas son importantes porque ellas rompen la comunicación. Es útil saber esto porque ayuda a los analistas transaccionales a comprender como y porque la comunicación se rompe.
Transacciones Ulteriores. Las transacciones ulteriores ocurren cuando las personas dicen una cosa y quieren decir otra. Las transacciones ulteriores son la base de los juegos y son especialmente interesantes porque son engañosas. Tienen un nivel social (abierto) y psicológico (
Cuando deseamos atención u amor frecuentemente fingimos indiferencia, y nos cuesta trabajo darlos o aceptarlos. De hecho, porque nuestras vidas están tan inmersas en medias verdades y engaños puede pasar que ya no sabemos que es lo que nuestro Niño realmente quiere. Así mismo ya no esperamos que las personas sean completamente honestas por lo que realmente nunca sabemos si podemos confiar en lo que ellos dicen
CARICIAS
Acariciar es el reconocimiento que una persona le da a la otra. Las caricias son esenciales para la vida de una persona. Sin ellas, dice Berne, la "medula espinal se encogerá". Se ha visto que un niño muy pequeño necesita caricias físicas reales para mantenerse vivo. Los adultos pueden sobrevivir con menos caricias físicas conforme ellos aprenden a intercambiar caricias verbales; las caricias positivas como alabanza y expresiones
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