Qué es un niño

¿Qué es un niño?

Un niño es un ser que crece; por el contrario, en el adulto la talla y la forma ya están adquiridas; eso se debe a la desaparición de ciertos tejidos embrionarios.

Hay comportamientos específicamente infantiles “maneras” infantiles. La conducta del niño siempre es más o menos inestable, a diferencia del adulto, no se basa en un objeto o en una regla, no esta sujeta a una tarea o a un empleo del tiempo, el niño no conoce el verdadero trabajo puede jugar y soñar.

En su juego, con frecuencia, el niño trata de imitar al adulto, puede innovar en sus imitaciones.

La conducta infantil de juego implica, pues, un elemento de pensamiento representativo, de elección o, dicho en forma más amplia, una iniciativa.

Si se definiera al niño solamente por esta actitud espontánea de juego, se consideraría más que un aspecto de su ser, que no esta aislado de los otros aspectos como, por ejemplo de cierta sabiduría. Jugar es emplear determinado saber cuando sólo se trata de las reglas del juego, si éste es tradicional, o de ciertos datos físicos si se trata del mecano.

El saber infantil tiene características particulares que lo distinguen del saber adulto.

El juego del adulto significa descanso del trabajo ,en cambio, para el niño la actividad lúdica le absorbe tiempo y dedicación.

En cuanto al saber el niño presenta, un carácter marcado de egocentrismo. Él apenas va más allá de su propio ser.

Ve las cosas y el mundo a partir de su propio ser.

Sus conocimientos no están sistematizados como los de los adultos y como ha dicho acertadamente Wallon, son conocimientos “en islotes” además el niño se concentra fácilmente.

Si no podemos definir adecuadamente por esa discontinuidad de sus actividades, de sus conocimientos, en una palabra, de su “haber” ¿por qué no buscamos por el lado de su “ser”, por el lado del principio que se halla en el centro de todo ello? El niño es ante todo un individuo que da significado a la palabra YO, es decir, un ser que quiere, que proyecta, que afirma su propiedad, es pues, una fuerza que progresa, un movimiento hacia adelante, mejor dicho, es un ímpetu, este ímpetu al principio puramente funcional y como fisiológico, se determina rápidamente por el modelo del adulto.

Claparede lo define “como un candidato a la vida adulta “

En el periodo preescolar intenta ayudar a su mamá, después trata simplemente de igualarse con lo que él llama el mayor, desea ubicarse en esa sociedad infantil que organizan los grandes, en la adolescencia el ideal de vida será nuevamente el adulto.

El niño toma al mayor como modelo, vive más allá de si mismo en medio de un ambiente cerrado, bien protegido por los adultos que rodean su tierna infancia, con la finalidad de resguardarlo.

La infancia es la edad feliz, de la esperanza y de los sueños,

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