RIOSUCIO: HISTORIA, CULTURA Y CARNAVAL

Es viernes al terminar la tarde, en la comodidad del kiosco de la plaza de San Sebastián donde se escucha hablar de la tradición comunicativa que caracteriza al pueblo riosuceño, la cual consiste en que la gente escribe, critica, hace ironías burlescas a manera de volantes o pasquines para que el mismo pueblo se entere de sucesos, chismes, peleas, etc., los cuales aparecen comúnmente en época de elecciones, expresiones de una población multicultural donde se comparten varios hábitos, construido entre varias experiencias culturales como indígenas y españoles.

Se relata cómo un par de sacerdotes llegan a formar el único municipio con dos plazas e iglesias principales en el cual después de un tiempo de diferencias por razones étnicas, se da la “juntación” de estas dos culturas separadas por una alambrada, tensión que hoy por hoy todavía se presenta de manera simbólica, aunque el alcalde actual es de etnia indígena.

El sábado como segundo día resulto muy provechoso en cuanto a la búsqueda de un relato que pudiera brindarnos información propia de un riosuceño orgulloso de su tierra, en el despacho de la parroquia San Sebastián doña Martha Orozco, riosuceña cuya tez revela sus 68 años llenos de experiencias al servicio de la comunidad al desempeñarse antes como docente y actualmente como ministra extraordinaria de la comunión de la parroquia de San Sebastián.

Con alegría cuenta que su labor entre otras cosas es llevarle la comunión a los enfermos los viernes, dato que revela la tensión simbólica mencionada antes, ya que hace la anotación de que los ministros de la parroquia de San Sebastián sólo le llevan la comunión a enfermos que vivan cerca al parque de arriba, igualmente los ministros de la parroquia de La Candelaria sólo llevan la comunión sus enfermos del parque de abajo.

Cuenta que cada parroquia tiene su jurisdicción y un sentido de pertenencia muy fuerte por cada una de ellas, igualmente menciona la parroquia de Las Mercedes que constituye la tercera jurisdicción religiosa en el pueblo.

Al hablar de las practicas culturales de Riosucio menciona el encuentro de la palabra que se hace cada año en agosto el cual convoca a escritores tanto nacionales como internacionales, habla del Cerro del Ingrumá palabra que significa “roca dura” el cual según el mito está custodiado por el diablo quien lo cuida para evitar la explotación minera por que dicen que está lleno de oro.

En relación al carnaval comparte que la iglesia está totalmente de acuerdo con este decorando las parroquias con símbolos alusivos a éste; señala que no se llama carnaval de diablo sino Carnaval de Riosucio y dibujándosele una gran sonrisa en el rostro agrega que la es una historia muy bonita la del devenir de este diablo “carnavalero y bonachón” como ella misma lo describe.

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