Raíces Históricas De La Enseñanza Reflexiva.

La Enseñanza reflexiva es un tipo de enseñanza por indagación en el que, como tal, los aprendices deben construir el nuevo conocimiento, pero en el que toda la información necesaria para tal desarrollo es conocida o dada; es decir, no se necesita idear una metodología de investigación ni identificar los datos a partir de los cuales desarrollar dicho conocimiento.

Se trata de una forma de enseñanza intermedia entre la enseñanza expositiva o declarativa y la enseñanza por investigación, junto con la cual integra la enseñanza por indagación. La enseñanza reflexiva es muy habitual en los libros de texto de los primeros cursos de primaria, que habitualmente plantean sencillos interrogantes a los pequeños lectores, quienes deben resolverlos reflexionando sobre imágenes expuestas. Al igual que los otros tipos fundamentales de enseñanza de la ciencia -el expositivo y el investigativo- la enseñanza reflexiva puede ser empírica -esto es, realizada mediante el contacto directo con el fenómeno estudiado- o no -es decir, representativa

Para entender más a fondo que es la enseñanza reflexiva en el siguiente escrito hablaré de sus raíces históricas y la intervención de grandes pensadores en el movimiento de la práctica reflexiva, así como su aplicación en el medio actual.

Comenzaré por hablar de John Dewey, él fue uno de los primeros teóricos educativos en los Estados Unidos que consideró a los maestros como profesionales reflexivos con la capacidad de desempeñar papeles muy activos en el desarrollo de programas y en la reforma educativa.

Según Dewey, el proceso de reflexión empieza para los maestros cuando se enfrentan con alguna dificultad, algún incidente problemático o una experiencia que no se puede resolver de inmediato, los maestros tratan de tomar distancia para analizar sus experiencias.

Según Dewey la acción rutinaria está motivada principalmente por la inercia, la tradición y la autoridad.

Para Dewey, los maestros que son irreflexivos sobre su enseñanza con frecuencia aceptan esta realidad cotidiana sin protestar en sus escuelas y se dedican a encontrar los medios más efectivos y eficientes para resolver los problemas que se les plantean a través de este código colectivo. Es común que pierdan de vista cuáles son los propósitos y fines que motivan su trabajo, se conviertan en simples agentes de los otros y se olviden de que hay más de una manera para delimitar cada problema.

Los maestros irreflexivos aprueban automáticamente el punto de vista comúnmente aceptado sobre algún problema específico en una situación determinada.

La acción reflexiva también es un proceso que requiere de ir más allá de los procesos racionales y lógicos de resolución de problemas. Involucra intuición, emoción y pasión y no es algo que se pueda empaquetar ordenadamente como una serie de técnicas para que el maestro las aplique.

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