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Reclamación De La Tarjeta Del Icetex


Enviado por   •  1 de Septiembre de 2014  •  1.394 Palabras (6 Páginas)  •  645 Visitas

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Antes de hacer cualquier operación en los cajeros, consulte el saldo de su tarjeta en la página web www.visa.com.co menú izquierdo opción visa prepago, o en la página web www.credibanco.com, menú izquierdo Credibanco – consulta de saldos prepago, o al teléfono de Credibanco – Visa 3278660 desde Bogotá o 018000919160 desde otras ciudades del país.RESUMEN DE LA LECTURA: En los años iníciales del siglo XVI la monarquía absoluta había llegado o estaba llegando rápidamente a ser el tipo predominante del gobierno de la Europa occidental, la monarquía absoluta derroco el constitucionalismo feudal y de las ciudades-estados libres. Los comerciantes eclesiásticos fueron sometidos cada vez en mayor grado al control real y por ultimo desapareció la autoridad jurídica de la iglesia. En Italia las fuerzas de un nuevo sistema comercial e industrial habían sido especialmente destructoras de las instituciones antiguas, las ciudades libres del norte de Italia, en las que habían naufragado los proyectos imperiales, Italia estaba dividida en 5 estados grandes: en reino de Nápoles en el sur, el ducado de Milán en el noroeste, la república aristocrática de Venecia en el noroeste y la república de Florencia y los estados pontificos en el centro, pero aunque se había iniciado la consolación no podía completarse y ello dejaba a Italia, como vio Maquiavelo, retrasada en su desarrollo político. Los italianos sufrían todas las degradaciones y opresiones consecuencia de la tiranía, con pocas de las comprensiones que esta pudiera ofrecer. Como la mayor parte de los italianos de su época, Maquiavelo consideraba que la iglesia era especialmente responsable de tal estado de cosas, demasiado débil para unir a Italia, el papa era, sin embargo, suficientemente fuerte para impedir que ningún otro gobernante la uniera, en tanto que sus relaciones internacionales le hacían ser el indicador de la viciosa política de inventar a la intervención extranjera, esta es la razón de la amarga ironía que emplea Maquiavelo al atacar con renuencia a la iglesia, así pues el primer servicio que debemos a los italianos a la sede papal es haber llegado a ser irreligiosos y malos, pero aun hay otra deuda mayor, deuda que será la causa de nuestra ruina, a saber que la iglesia ha mantenido y mantiene dividida a Italia, la única causa que Italia no se encuentre en el mismo caso, así pues habiendo sido nunca la iglesia suficientemente poderosa para ocupar a toda Italia y no habiendo permitido a ninguna otra potencia que lo haga, la sociedad y la política italianas tal como las concebía Maquiavelo y como de acuerdo con él, cree la mayor parte de los historiadores, son un ejemplo peculiar de un estado de decadencia institucional, era una sociedad intelectualmente brillante y artísticamente creedora. Las instituciones cívicas antiguas estaban muertas; ideas medievales que como las de la iglesia y del imperio todavía en los días de Dante podían despertar un noble entusiasmo no eran ya ni siquiera recuerdos, todo esto fue un periodo justo al que podía calificar de época de BASTARDOS Y AVENTUREROS una sociedad que se diría justificada para crear el dicho de Aristóteles de que CUANDO EL HOMBRE SE APARTA DE LA LEY Y LA JUSTICIA ES EL PEOR DE LOS ANIMALES, Maquiavelo es pues de modo muy acusado. En esto representa una fase de todas las sociedades modernas, pero la representa en la forma exagerada propia de la Italia del siglo XVI. La finalidad de la política es conservar y aumentar el poder político, y el patrón para juzgarla es su éxito en la consecución de ese propósito. Más adelante en este texto aparece la indiferencia moral y se puede deducir que es lo más próximo que hay en la historia del pensamiento político a la separación establecida por Maquiavelo entre la conveniencia política y la moralidad. Además de un común odio hacía el papado en cuanto en causa de la desunión italiana, nuestra religión coloca en el supremo bien en la humildad, la abnegación y el desprecio de las cosas mundanas. Maquiavelo no era en modo alguno ciego a las fuerzas imponderables que intervienen en la política, un ejército lucha tanto con la moral como con los cañones y el gobernante prudente que se preocupara porque ambas cosas sean las mejores

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