Reconocimiento y manejo de las emociones

Reconocimiento y manejo de las emociones

Una emoción es una respuesta biológica básica a un estímulo, sin embargo, más allá de su definición científica, las emociones son información acerca de lo que nos sucede internamente.

Las emociones tienen una función de comunicación, interacción y mantenimiento de las relaciones sociales, son el núcleo sobre el que se construyen estos vínculos y se toman las decisiones, por ende, para mantener la salud emocional y un estado de bienestar es necesario aprender a reconocer y a manejar nuestras emociones. Para lograr este objetivo debemos trabajar en el desarrollo de lo que se conoce como inteligencia emocional.

La inteligencia emocional es la habilidad para identificar la emoción, reconocerla y de este modo ponerle nombre a lo que sentimos. Cabe señalar que la inteligencia emocional no es controlar, reprimir o evitar la emoción, si no, saber que hacer con lo que sentimos, para que de tal forma, podamos actuar con responsabilidad y consciencia, ya que, como se señalo anteriormente, las emociones nos brindan información, pero es la persona quien decide que hacer con esta.

Actualmente vivimos en una sociedad en la cual se prioriza el aprendizaje y conocimiento de disciplinas como la matemática, la física, biología, química, entre otras ciencias, dejando de lado el aspecto emocional. En Panamá, existe un porcentaje muy bajo de profesionales de salud mental en las escuelas y de docentes capacitados para enseñar la temática del manejo emocional. Esto trae como resultado una pobre educación emocional, que a su vez provoca consecuencias como: problemas para la resolución de conflictos, adicciones (consumo de alcohol y otras drogas), enfermedades crónicas, problemas para socializar, somatización, bullyng, violencia familiar, maltrato al menor, depresión, e inclusive, el suicidio.

Es por estas razones que es de suma importancia el enseñar a regular nuestras emociones desde la infancia, tanto en el ámbito familiar como en el escolar, ya que un niño que conoce y sabe diferenciar entre emociones es un niño que funciona mejor. Como cualquier habilidad, la inteligencia emocional puede ser aprendida. La regulación de la emoción permite la regulación de la conducta y así el desarrollo del autocontrol. Además, reconocer las propias emociones facilita la interpretación de las emociones del otro, es decir, permite el desarrollo de la empatía.

Hoy en día, se promueve bastante, sobre todo en las redes sociales, el positivismo, hay una tiranía positiva en la cual se espera que el individuo se encuentre optimista y positivo en todo momento. Muchas personas creen que deben reaccionar de cierta forma ante especificas situaciones, esto los lleva a reprimir o evitar algunas emociones que experimentan por la creencia de que existen emociones “buenas y malas”,

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