Refelexion
Enviado por josecqr88 • 2 de Julio de 2014 • 581 Palabras (3 Páginas) • 330 Visitas
La vida universitaria no es fácil, ya que implica bastante esfuerzo y dedicación, pero tú eres una persona capaz y sé que podrás continuar hasta el final.
Allá afuera les esperan miles de cosas nuevas, nuevas experiencias, nuevos amigos, pero sobre todo les espera el reto de prepararse para construir un país y un mundo mejor para ustedes y sus familias.
A partir de hoy pasan de ser el futuro de nuestro país para convertirse en el gran presente de México. Transiten este camino con fuerza, entusiasmo, optimismo, confianza y sobre todo, mucha constancia y responsabilidad.
Hagan lo que hagan, a partir de este momento y por el resto de sus vidas………..
• No dejen nunca de soñar, todo es posible,
• Trabajen duro y sin descanso para convertir esos sueños y metas en realidades.
• Hagan las cosas bien y con pasión.
• Sean constantes y perseverantes
• No tengan miedo a equivocarse
• Aprendan de sus errores y no paren nunca de aprender cosas nuevas.
• Diviértanse y celebren sus triunfos, y……..
• Crean siempre en ustedes y en su poder de lograr lo que se propongan
ya para terminar quiero compartir contigo una breve historia titulada el helecho y el bambú, que espero les deje un mensaje que recuerden siempre en sus vidas y que dice así:
Un día decidí darme por vencido…..renuncie a mi trabajo, a mi relación, a mi vida. Fui al bosque para hablar con un anciano que decían era muy sabio.
¿Podría darme usted una buena razón para no darme por vencido?, le pregunté.
Mira a tu alrededor me respondió el anciano, ¿ves el helecho y el bambú?
Si, respondí.
Cuando sembré las semillas del helecho y el bambú, las cuidé muy bien. El helecho creció rápidamente. Su verde brillante cubría el suelo. Pero nada salió de la semilla del bambú.
Sin embargo no renuncié al bambú.
En el segundo año el helecho creció más brillante y abundante y nuevamente, nada creció de la semilla de bambú.
Pero no renuncié al bambú.
En el tercer año aún nada brotó de la semilla de bambú.
Pero no renuncié al bambú.
En el cuarto año, nada salió de la semilla de bambú.
Pero no renuncié al bambú.
En el quinto año un pequeño brote de bambú se asomó en la tierra. En comparación con el helecho era aparentemente muy pequeño e insignificante.
En el sexto año el bambú creció más de 20 metros de altura.
Se había pasado cinco años echando raíces que lo sostuvieran. Aquellas raíces lo hicieron fuerte y le dieron lo que necesitaba para sobrevivir.
...