Regeneración De Tejidos
Enviado por JPnevada • 29 de Septiembre de 2014 • 382 Palabras (2 Páginas) • 261 Visitas
En este campo también se desarrollaron los experimentos del doctor Stumpfegger
sobre regeneración de tejidos. A las prisioneras se les extraían trozos de hueso, nervios y músculos de los miembros inferiores o se les amputaban extremidades completas. En una ocasión se le llegó a extraer el omóplato a una prisionera polaca para trasplantarlo a un paciente del “doctor” en su clínica privada de Hohenlychen. No es necesario decir que, además de dolores indescriptibles, estas intervenciones causaban malformaciones permanentes. Los resultados fueron expuestos en 1943 en un congreso celebrado en Berlín.Ninguno de los médicos presentes protestó por la crueldad de los experimentos. En octubre de 1942 Himmler autorizó al doctor Auguste Hirt a hacer experimentos en el campo de Natzweiler sobre los efectos de los gases venenosos. Hirt colocaba gas mostaza líquido en el antebrazo de los prisioneros seleccionados. 24 horas después sus cuerpos se cubrían de llagas y perdían la visión. Ninguno sobrevivió. Hirt, director del Instituto de Anatomía de Estrasburgo, había reunido una vasta colección de esqueletos de todas las razas para probar la superioridad racial de los arios, pero no contaba con suficientes judíos. Por ello, a petición suya, 86 judíos de Auschwitz fueron enviados a Natzweiler para ser gaseados. Después se envío sus cadáveres a Estrasburgo. Cuando en 1944 las tropas aliadas entraron en los sótanos del edificio, encontraron decenas de cuerpos y fragmentos humanos sumergidos en cubas de alcohol. En 1942 Sigmund Rascher, capitán médico del Ejército del Aire y miembro de las SS, un hombre que en 1939 hizo que la Gestapo detuviera a su propio padre, realizó en Dachau experimentos para determinar la altitud máxima desde la cual la tripulación de un avión podía tirarse en paracaídas con seguridad. Empleó una cámara capaz de simular la presión que se alcanza en altitudes de hasta 20.000 metros. En ella se introducía a los prisioneros y se registraba sus reacciones fisiológicas desde el momento en el que comenzaban a agonizar por falta de oxígeno hasta que morían. Algunos se desgarraban la cara con las uñas o se sacaban los ojos tratando, desesperadamente, de aliviar la presión. Rascher llegó a diseccionar a sus víctimas mientras estaban vivas. Durante tres meses, 200 prisioneros fueron sometidos a estos experimentos. 80 murieron y el resto fueron enviados a las cámaras de gas.
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