Resumen Trastorno De Personalidad Narcisista

Trastornos de la Personalidad del Grupo B:

Narcisista

Aún no hay mucha claridad respecto de la distinción entre los grados saludables y patológicos del narcisismo, pues el amor propio, recordemos, en cierta medida resulta un factor adaptativo, el cual varía según la persona, de esta forma, se observa una cuota narcisista normal más alta en adolescentes que en adultos.

Existe un criterio diagnostico clave que nos ayuda a identificar el trastorno narcisista de la personalidad, éste es la explotación interpersonal, si bien es común que la cultura actual se encargue de fomentar estos comportamientos, el narcisismo se puede identificar a través de las cualidades de las relaciones del individuo, así un sujeto con este trastorno es incapaz de amar, considera a las personas como objetos a ser utilizados y los descarta de acuerdo a la satisfacción de sus necesidades, sin consideración por sus sentimientos. Para ellos, las personas tienen una existencia separada o necesidades propias. Así, resulta común que, el individuo narcisista termine una relación de pareja al poco tiempo, cuando la otra persona comience hacer demandas provenientes de sus propias necesidades, esto se explica porque este tipo de relación no le sirve para mantener su propio sentido de la autoestima.

La descripción del trastorno narcisista toma la forma de un continuo que se basa en un estilo típico de relación interpersonal, en un extremo podemos encontrar a los pacientes narcisistas descritos por Kernberg: aquellos que demandan la atención y el elogio de otros, que conforman un tipo de narcisismo envidioso y ambicioso (esta calificación de Kernberg servirá para denominar al narcisismo no conciente, desatento que se halla en un extremo del continuo), por otra parte, Kohut describió un tipo narcisísticamente vulnerable propenso a la fragmentación del self, que corresponde al llamado narcisismo hipervigilante. El tipo no consciente se asemeja mucho al cuadro clínico descrito por el DSM-IV (ver tabla pág. 509), estos criterios identifican al sujeto arrogante, fanfarrón, que demanda ser el centro de atención, dejando de lado al narcisista tímido, grandioso en silencio, cuya extrema sensibilidad a los desaires lo lleva a una asidua evitación del centro de la atención, estas últimas corresponden características pertenecientes al hipervigilante quienes además presentan una extrema sensibilidad a la reacción de otros, dirigiendo su atención a ellos, tienden a sentirse desairados cuando perciben reacciones críticas de los demás, son inhibidos y tímidos y tienden a esquivar ser el centro de atención porque están convencidos de que serán humillados y rechazados. Sin embargo, en su interior existe un profundo sentimiento de vergüenza relacionado con el deseo secreto de exhibirse en un momento grandioso.

El sentimiento de vergüenza, el de ser humillado o dolorosamente expuesto al ser confrontado con las deficiencias de las capacidades de uno, al reconocer las necesidades insatisfechas, resulta central en este tipo de trastorno. De esta forma, los diversos tipos de defensa que el narcisista desarrolla están diseñadas para prevenirse de ser conscientes de los sentimientos que se asocian con estas experiencias.

Otro punto en común en el trastorno narcisista es la lucha por mantener el autoestima. Los narcisistas no conscientes intentan impresionar a otros mientras se aíslan de la herida narcisista chequeando las respuestas de otros. En cambio los narcisistas hipervigilantes mantienen su autoestima al evitar las situaciones de vulnerabilidad y al estudiar intensamente la conducta de otros para resolver cómo deben comportarse. Los narcisistas hipervigilantes proyectan su propia desaprobación de sus fantasías de grandiosidad hacia otros.

Existen otros autores que también hacen esta distinción en las características (no conscientes e hipervigilantes) del tipo narcisista, pero son denominadas de otra forma, así, por ejemplo, Rosenfeld habla de pacientes narcisistas de “piel gruesa” y “piel fina”, Broucek se refiere a los egotistas y disociativo, se advierte una diferencia, pues mientras el egotista es muy similar al no consciente, el hipervigilante no proyecta su grandiosidad a un otro idealizado, como el disociativo, pero sí lo retiene dentro y considera al otro como un perseguidor. Por su parte, Wink otorgó evidencia empírica a la distinción entre los trastornos narcisistas no conscientes e hipervigilantes, estableció, a partir de estas, dos dimensiones: Grandiosidad-Exhibicionismo y Vulnerabilidad-Sensibilidad, más tarde hará referencia de ellas como narcisismo abierto y narcisismo encubierto. (correspondientes al narcisismo no consciente e hipervigilante respectivamente).

Se realizaron otras investigaciones en que se pudo comprobar que el narcisismo formaba dos subgrupos distintos, un estilo narcisísticamente vulnerable y un estilo “fálico” grandioso. El eje central de ambos polos lo constituía el afecto de la vergüenza, la cual se correlacionaba positivamente con el estilo vulnerable y negativamente con el estilo grandioso.

Conclusión de las descripciones del trastorno narcisista: para definir esta patología se hace referencia a un continuo en cuyos polos se sitúa el narcisismo no consciente (Kernberg) que se caracteriza por ser arrogante, exhibicionista... “johny bravo”!, en el otro extremo encontramos al narcisismo hipervigilante (Kohut), que es el individuo tímido que rehúsa de exhibirse por miedo al rechazo, pues este atenta contra su autoestima, pero este sujeto interiormente guarda para sí un sentimiento de grandiosidad... “cerebro”. Como es de esperar es muy difícil encontrar pacientes de estos tipos en forma pura, lo común es que se presenten con una mezcla de los rasgos de ambos tipos.

Comprensión Psicodinámica:

Nota: las desigualdades entre los supuestos de Kernberg y Kohut se deben a la experiencia que han tenido con pacientes narcisistas, el primero remite casi exclusivamente a la empiria en hospitales y pacientes ambulatorios, primitivos, graves, de alta grandiosidad. En cambio Kohut trabaja (o trabajaba) con pacientes ambulatorios pero con un buen funcionamiento que permitiría tratarlos con psicoanálisis.

Consideren Kernberg = narcisismo no consciente. Kohut = narcisismo hipervigilante.

Kohut supuso que sujetos con trastornos de personalidad narcisistas tienen una detención en un estadio donde se hace necesario recibir ciertas respuestas de las personas para mantener la cohesión del self, por ejemplo, esto ocurrirá en niños cuyos padres no respondieron a las muestras de exhibicionismo de sus hijos, lo que tendrá como consecuencia un sujeto con tendencia a establecer transferencias idealizadas (que constituirá un mecanismo que, más que una postura defensiva,

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