Resumen de las causas, medios y consecuencias de la valiosa y desconocida de la vida de las personas de edad
Enviado por perdomo98 • 8 de Octubre de 2013 • Tesina • 3.129 Palabras (13 Páginas) • 539 Visitas
El siguiente estudio se acerca a la ancianidad desde una perspectiva un tanto profunda en el tema salud y otro tanto inquisidora en el tema social. No quiere, sin embargo, poner de manifiesto lo ajeno de la sociedad con respecto a esta importantísima parte de la misma, sino que trata de dar una breve descripción de las causas, medios y consecuencias de la invaluable y desconocida vida de los ancianos.
La multitud no envejece ni adquiere sabiduría: siempre permanece en la infancia.
Johann Wolfgang von Goethe
Se es viejo cuando se tiene más alegría por el pasado que por el futuro.
John Knittel
La iniciativa de la juventud vale lo que la experiencia de los viejos.
Madame de Knorr
Una vida lograda es un sueño de adolescente realizado en la edad madura.
Alfred de Vigny
Entenderás más tarde que uno sigue olvidando la vejez hasta el mismo umbral de la muerte.
Colette
En los rostros de aquellos que conocimos de jóvenes reconocemos lo viejos que nos hemos vuelto.
Heinrich Bóll
Teme a la vejez porque nunca viene sola. Canas, argumento son de edad y no de prudencia.
Platón
La felicidad suprime la vejez.
Frank Kafka
Se echa en cara la juventud el creer que el mundo empieza con ella. Cierto, pero la vejez cree aún más a menudo que el mundo acaba con ella. ¿Qué es peor?
Friedrich Hebbel
Cuando se es joven se vive creyendo que uno es lo más importante en la Tierra; cuando nos desengañamos de eso a base de golpes, estamos preparados para vivir el resto de la vida.
Emma Thompson
Todo lo débil es viejo, todo lo fuerte es joven.
Cristina de Suecia
La juventud quiere ser estimada más que ser instruida. Si la juventud es un defecto, uno se corrige muy pronto de él.
Johann W. von Goethe
En cuanto el alma pierde la aureola juvenil, los generosos torneos por el aplauso son sustituidos por las egoístas competencias por el dinero.
Santiago Ramón y Cajal
Juventud y adolescencia no son sino exceso e ignorancia.
François Villon
La juventud es la edad de los sacrificios desinteresados, de la ausencia de egoísmo, de los excesos superfluos.
Vicente Blasco Ibáñez
En la boca del viejo todo lo bueno fue, y todo lo malo es.
Baltasar Gracián
Los hombres son como los vinos: la edad agria los malos y mejora los buenos.
Marco Tulio Cicerón
A medida que un hombre entra en años, quiere vivir profundamente. Un sentimiento de triste dignidad invade su alma, y esto es fatal para un cómico.
Charles Chaplin, Charlot
Los ancianos gustan de darnos buenos preceptos para consolarse de no poder darnos malos ejemplos.
François Alexandre, duque de La Rochefoucauld
La vejez no mejora el corazón: lo endurece.
Lord Chesterfield
Los árboles más viejos dan los frutos más dulces.
Proverbio Alemán
La juventud es sólo un momento, pero encierra una chispa que se lleva en el corazón para siempre.
Raisa Gorbachov
La vejez no es una vergüenza... el hombre y la mujer cuyo amor, como el vino, ha adquirido la calidad con los años, han
obtenido de la vida lo que puede dar de más intenso, de más delicioso y de más embriagador.
Auclair
La vejez es mala porque priva al hombre de todos los placeres dejándole los apetitos.
Giacomo Leopardi
Gran libro es la vejez. ¡Lástima que el hombre tenga que morirse cuando comienza a leerlo con provecho!
José María de Pereda
Una bella ancianidad es, ordinariamente, la recompensa de una bella vida.
Pitágoras
La vejez conduce a una tranquilidad indiferente que asegura la paz interior y exterior.
Anatole France
La vejez no significa nada más que dejar de sufrir por el pasado.
Stefan Zweig
Cuando un anciano fallece, una biblioteca se quema.
Proverbio africano
2. Ancianidad: Una Cuestión De Edad
Durante el imperio romano el límite de la vida oscilaba alrededor de los 23 años; en el siglo pasado, una mujer de 30 años se hallaba en los umbrales de la vejez, y a comienzos del siglo XX el promedio de vida no pasaba de los 47 años.
Sin embargo, durante los últimos años esa cifra ha ido en un aumento progresivo y notable: hacia 1930 la expectativa media para los varones sobrepasaba los 60 años, en 1940 los 63 y en 1970 los 70. En nuestros días, la esperanza de vida media ha llegado a 81 años en la mujer y 75 años en el varón.
La finitud de la vida humana es probablemente su carácter más universal. Entre las metas de la medicina, especialmente a partir del siglo XIX, siempre se ha encontrado su superación; y en el deseo del hombre se encuentra a lo largo de toda su historia. Los relatos bíblicos permiten concluir que en una remota y supuesta época áurea, sin guerras ni enfermedades, se concibieron longevidades como Adán de 930 años, Matusalén 969, o Noé 950; aunque ya en los últimos libros del Antiguo Testamento se citan cifras marcadamente disminuidas (Moisés 120 años).
Para el mundo científico prolongar la vida humana ha traído aparejado mantener su salud y ha debido tener presente el principio ético por el cual dicho desafío no sea una conquista en sí misma.
La población mayor de 85 años ha crecido en los últimos 30 años un 231%; mientras que las tasas de natalidad caen abruptamente, la longevidad creciente tiene exigencias propias que no pueden desconocerse y debemos asegurarnos que el alto costo necesario para llegar a viejo se vea compensado con una calidad de vida adecuada.
Existen varios motivos para que la idea ancestral de una vida ilimitada y en buenas condiciones de salud no sea factible. En primer lugar, el límite biológico de la especie humana debido a su historia evolutiva. En segundo, la modernidad, si bien parece producir vidas más placenteras que en el pasado, no conduce necesariamente a una longevidad feliz; el progreso técnico se asocia a numerosos peligros y amenazas: polución ambiental, dietas malsanas, sedentarismo. En tercer lugar, aunque el desarrollo tecnológico permite condiciones favorables para la prolongación de la vida, ellas no son accesibles a segmentos amplios de la población mundial por oportunidad y costo.
Uno de los hechos que más preocupa a los especialistas es que, para el año 2020, siete de los 10 países más viejos estarán aún en vías de desarrollo. La Organización Mundial de la Salud ha llamado la atención sobre el envejecimiento progresivo de la población y nos insiste en que debemos asumir esa transición sin dramatismos. En abril de 1995 la OMS asumió el reto de concienciar al mundo acerca
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