Retroinformacion Emocional

Retroinformación emocional

Este capítulo el autor nos habla de cómo toda sensación, todo presentimiento, toda emoción, es una llamada de atención, la cual nos indica que algo no está bien, que no estamos siendo sinceros con nosotros mismos como lo veíamos en el pasado capítulo. Esto supone que la llamada de atención es por algo que dejamos de hacer, que estamos pasando por alto aun cuando sabemos que nos afecta emocionalmente y sabemos que esto nos causa conflicto, deberíamos usar estas advertencias para aclarar las cosas en el momento y no dejar que se acumulen lentamente porque al hacerlo llega un momento en el cual todo eso que llevamos por tanto tiempo dentro termina por salir y no de la mejor manera, causándonos problemas sociales y personales.

Hablemos sobre aprender a manejar la impulsividad de las emociones, todos las tenemos de una u otra manera la irritación y la frustración también lo son. El autor dice que él prefiere usar el término manejar que dominar porqué dominar es reprimir y no es lo que buscamos, lo que buscamos es un mejor manejo de las emociones para salir ganando todos gracias a ellas y aprovecharnos de lo mejor, como hacer para poder convertir toda esa energía negativa en positiva como sacarle jugo para tener un mejor desempeño y sentirnos bien con nosotros mismos, olvidando la frustración, el enojo y todas esas emociones que el reprimirlas lejos de beneficiarnos a la larga siempre trae más problemas.

Nada sucede a menos que nosotros las sintamos y las aceptemos voluntariamente, es por el conocimiento emocional que podemos responder de la mejor manera posible y sacando provecho a todas nuestras emociones sin reprimirlas, la responsabilidad de cómo usamos las emociones es única y exclusivamente nuestra de nosotros depende como la aprovechemos, la retroinformación emocional nos servirá justamente para eso para darnos cuenta en que estamos fallando, que emociones estamos mal empleando y cómo podríamos mejorar y utilizarla en beneficio de nosotros mismos.

Tal vez algunas personas en el mundo laboral quieren minimizar los estados emocionales y se habitúan a hacer caso omiso de los sentimientos, la energía de estos no desaparece. Sigue hirviendo internamente y se incrementa y al final domina en el momento más inoportuno. Cuando esto sucede las personas "explotan", frecuentemente ante cualquier escenario insignificante. Posteriormente pierden un tiempo precioso tratando de "remendar el capote", brindado excusas y tratando de sobrevivir a los sentimientos de culpa y de remordimientos. Definitivamente es un momento entrópico. No muestra la parte hedónica del trabajo y todos los actores de dichos escenarios de "guerra" salen perdiendo.

Sin lugar a dudas todas las personas sienten impulsos emocionales, inclusive de irritación y de frustración. En muchas oportunidades estos son valiosos aguijonazos. Otras veces, especialmente

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