Revolución De La Inteligencia

Tomo el título de dos libros que han sido unos de los mejores regalos que he recibido en mi vida, no solo por ser libros que son ya para mi un regalo maravilloso, sino porque conservo en mi corazón y en mi razón la ternura y la desinteresada entrega de su autor quien me los diera “con un fuerte abrazo de esperanza” apenas conociéndome: el Dr.Luis Alberto Machado.

No recuerdo haber leído texto alguno con tanto detenimiento y meditación, ni jamás haber visto tan claramente la verdad de sus palabras en nuestra contemporaneidad histórica.

“ En un futuro muy próximo _ dice el autor_ la potencia de los países se medirá por el número de mentes de capacidad desarrollada que posean (...) y aquellos dirigentes políticos que no se den cuenta a tiempo de la trascendencia de esa transformación, no podrán impedir que sus países, por importantes que ellos sean, queden inevitablemente rezagados ante la marcha de la Historia.”

¡Cuanta verdad encierran estas letras! La Historia es una marcha continua hacia el progreso.¡Y que poco empeño han colocado nuestros gobiernos en la inversión del mayor recurso con que cuentan! El desarrollo de la inteligencia. Especialmente aquellos que han encarcelado las ideas. Porque las autocracias se determinan por la ignorancia, por la escasez de ideas para someter la voluntad al desconocimiento, porque precisamente en ello perforan su fundamentos. Y si hay quien se le ocurra levantar el dedo y acotar en contrario le tildan de loco, si no de tonto, de saboteador o subversivo, o le persiguen acusándole de incitar a la rebelión civil. Bueno es saber que cada vez somos más los que creemos que la inteligencia se aprende, se enseña, se encuentra, se deja como legado de un pueblo a otro que busca su máxima potencialidad en el desarrollo de su integridad social, porque “sin el incremento de la inteligencia en los más desposeídos no es posible realizar una verdadera revolución.” La mezquindad del que se cree omnipotente y omnipresente nunca llegará a entender que todos tenemos derecho a ser inteligentes, porque tenemos la capacidad de ser humanos para aprender a ser mejores, y que “un mundo inteligente, no hace la guerra, la evita “. No es sencillo para quien no quiere volcar su voluntad y su razón en el cultivo del saber, que “el derecho a la inteligencia, si no es reconocido, hay que conquistarlo en una lucha sin armas y sin sangre”.

Los cambios no vienen solos, hay que provocarlos. La evolución de los pueblos se ha generado por la discusión de ideas nuevas. La pluralidad de pensamientos es lo que ha brindado multiplicidad de métodos para facilitar el entendimiento. En nuestras manos y en nuestras mentes, en nuestro derecho a ser inteligentes, está que este proceso avance o se detenga. Porque si una revolución implica un cambio de base en las estructuras de las sociedades, “la conquista de la inteligencia es una

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