SENTIDO DE VIDA; EL CAMINO HACIA UNA BUENA PARENTALIDAD SIN RENUNCIA A LA AUTORREALIZACIÓN
Enviado por ANGIEEE_2012 • 19 de Mayo de 2020 • Apuntes • 2.955 Palabras (12 Páginas) • 196 Visitas
SENTIDO DE VIDA; EL CAMINO HACIA UNA BUENA PARENTALIDAD SIN RENUNCIA A LA AUTORREALIZACIÓN
Tesis para obtener el grado de Maestría en Desarrollo Humano
INDICE DE CONTENIDOS
CAPÍTULOS
- INTRODUCCIÓN
- PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
- JUSTIFICACIÓN
- PREGUNTAS GUÍA
- OBJETIVO GENERAL
- OBJETIVOS ESPECÍFICOS
- DEFINICIÓN DE TÉRMINOS
- REVISIÓN DE LA LITERATURA
- METODOLOGÍA
- DESCRIPCIÓN DE RESULTADOS
- CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
- BIBLIOGRAFÍA
- ANEXOS
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
En los últimos años en México se han registrado una serie de cambios en distintos planos como lo son en el económico, demográfico y sociocultural los cuales han repercutido en la vida familiar; ejemplo de esto es el incremento de las familias de doble carrera (donde tanto el padre como la madre desempeñan una actividad laboral), lo que conlleva a una reestructuración de roles.
Dentro del plano económico destaca la creciente participación de la mujer en el ámbito laboral; el trabajo femenino en sí no es un fenómeno nuevo ya que en el pasado en las clases desfavorecidas era esencial para la manutención familiar. Hoy en día resulta relevante el incremento especialmente entre los grupos de edades que van desde los 20 a los 45 años, ya sea casada, unida, separada, divorciada, viuda o que tiene hijos sin pareja; ha desarrollado un número sustancial de horas pagado al mismo tiempo que crían a sus hijos; lo que conlleva a una serie de pautas normativas y de valores dónde la mujer no solo se desempeña como madre, esposa y ama de casa, si no donde también el hombre se desempeña como padre, esposo y proveedor de recursos redistribuyendo las distintas actividades sobre el atención, cuidado y educación de los hijos.
En el plano demográfico se acentúa el descenso de la tasa de fecundidad, alargamiento de la esperanza de vida, aumento en el número de separaciones y divorcios así como uniones consensuales.
Otro de los cambios interesantes en observar es el proceso de individualización y de racionalización en el espacio y las relaciones familiares, ya que el descenso de la tasa de fecundidad y el número de años en que las mujeres dedican a la crianza promueven la planeación y decisión de la unión, el número y espaciamiento de los hijos en relación con los planes de vida y proyectos individuales laborales o de estudio.
Este pensamiento ha dado como origen el retraso en ciertas etapas del desarrollo personal y social como lo es la toma de decisión en cuanto a la unión con una pareja, el realizar un compromiso de manera formal y en especial la creación de una familia.
La edad promedio de matrimonio ha ido progresivamente aumentando a lo largo de los años tanto en mujeres como en hombres, de igual manera ha pasado con la edad para tener hijos.
En la actualidad se ha malinterpretado el concepto de autorrealización; haciendo referencia a tener dinero, cierto estatus social, un ideal físico, una carrera profesional, como si solo de eso se tratase.
Se referencia a dichos aspectos de tal manera que si no llegáramos a lograrlo, no se pudiera llegar a estar completo.
La obsesión por el desarrollo profesional, sobre todo entre las mujeres, que en el pasado solo se preocupaban por el cuidado de los hijos antes que sobre el empleo, es uno de los elementos que han contribuido a este significativo cambio en el modelo de familia. Ya que hoy por hoy suelen trabajar los dos miembros de la pareja, que priorizan sus expectativas laborales a las familiares.
Además, cada vez hay más paridad en las empresas y las mujeres ocupan más puestos directivos, una tendencia que hace mucho más difícil tener una familia. Como consecuencia,
ha surgido un nuevo concepto de parejas conocidos como DINK´s que significa”Double in come, no kids”, surgido alrededor de la década de los ochentas en Europa, siguiendo en Estados Unidos y por último en México. Se denomina así a las parejas que han decidido no tener hijos por diversas causas como lo son la actual inestabilidad económica, el simple deseo de no asumir una gran responsabilidad como es el tener un hijo haciendo referencia a las típicas frases de nuestros padres diciendo “aprovecha a hora, porque cuando lleguen los hijos…”; lo que nos provoca una sensación de incapacidad de integrar la parentalidad a nuestro plan de vida dando como resultado sentirnos ajenos al “mundo de los padres”, modificando y disminuyendo la motivación para tener hijos, suponiendo expectativas en el ejercicio de la parentalidad, ya sea por nuestra historia de vida, contextos económicos, sociales y familiares que vivimos, creemos que no contamos con las competencia necesarias para asegurar la crianza, desarrollo y bienestar de nuestros hijos.
El concepto de la parentalidad que de acuerdo a varios autores, es un concepto diferente al de ser padre biológico. Para ser progenitor es necesario haber trabajado previamente en sí mismo, comprender primero que hay algo heredado de los propios padres, aquello aportado por la transmisión intergeneracional y estar conciente que el niño será portado de toda esta herencia.
Hacer consciente del porqué se ha elegido la parentalidad y como llevarla a cabo de buena manera sin descuidar nuestro proyecto de vida original y sin entrometerse en el desarrollo integral de los hijos.
JUSTIFICACIÓN
Entender cómo es que nuestra historia afecta la toma de decisión en cuanto a darle una dirección y un sentido a nuestra vida, incluyendo el proceso de desarrollo de la parentalidad.
Obtener una visión general acerca del concepto de parentalidad y todos los procesos que este implica; incluyendo aquel lo que hace a la búsqueda del sentido y de la trascendencia. Todo lo que implique una oportunidad de transformación, ¿Hacia qué? Hacia lo que realmente somos, hacia el encuentro de nuestra verdadera identidad, hacia el logro de la autenticididad y hacia la autorrealización.
Tomando en cuenta nuestra historia de vida personal es importante el trabajo sobre sí mismo en relación con nuestros padres para llegar a lograr una sana parentalidad. Tomar en cuenta el estilo y la actitud de crianza, los condicionamientos por ellos, requiere de un trabajo personal elaborado; un sentido de conciencia, un proceso de transformación, de modo que pueda emerger nuestra propia identidad.
Al hacer consciente las frustraciones que impregnaron nuestros padres en nosotros podremos darnos cuenta del camino que queremos tomar en cuanto a la relación con nuestro propios hijos, las competencias parentales a desarrollar para una adecuada crianza y comunicación.
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