SURGIMIENTO DE LA PSICOLOGÍA HUMANISTA
Enviado por Sall54 • 29 de Diciembre de 2012 • 2.227 Palabras (9 Páginas) • 1.822 Visitas
Condiciones del surgimiento y desarrollo de la Psicología Humanista
Elaboró: Quiroz González Salvador
8° Semestre Lic. En Psicología
Asesora: Psic. Carmen Gaxiola
1. El clima socio-cultural e intelectual
Muchos son los caminos que se han construido en torno al estudio psicológico del hombre y cada uno de ellos ha surgido en un contexto determinado, respondiendo a sus problemáticas y necesidades. Pero esto no ha sido un desarrollo lineal ni acumulativo; por el contrario, está constituido por una serie de situaciones, similitudes, planteamientos, todo respecto a métodos, teorías, técnicas y demás aspectos de la disciplina psicológica.
La década de los sesenta fue escenario de una serie de pensamientos revolucionarios y renovadores que respondían a una crisis social, política y cultural, producto de una marcada inconformidad social. Los movimientos humanistas dentro de la psicología representan este tipo de ideología humanizadora, cuyo eje principal radicaba en la exaltación y revalorización del hombre, rescatándolo de las concepciones reduccionistas, deterministas, mecanicistas y patológicas.
La constitución formal de la llamada “tercera fuerza” en el campo de la psicología se produce en los primeros años de la década de los sesenta, es un movimiento que se aglutina y se desarrolla en torno a la Jornada de Psicología Humanista, la cual concede prioridad a la validez de la experiencia humana, a los valores, intenciones y significados de la vida.
La Psicología Humanista en sus orígenes, persigue, ante todo, plantear una nueva actitud que renueve la psicología tratando de integrar las distintas direcciones que había tomado en su devenir histórico. Ciertamente, el autor de la expresión “tercera fuerza”, referida a la Psicología Humanista, fue el propio Maslow, pero su sentido no era excluir las aportaciones de otras «fuerzas», sino estructuradas en un análisis más comprensivo de nivel superior; por lo mismo el pregonaba “Soy freudiano, soy conductista, soy humanista, (Maslow, 1969) La idea de Maslow era la construcción de una psicología comprensiva, sistemática, de base empírica que abarcara las cimas y las profundidades de la naturaleza humana.
Por su parte. James Bugental, escribiría que la Psicología Humanista se caracterizaba más por lo que es, que por aquello a lo que se opone (Bugental, 1767). La Psicología Humanista se sitúa frente a los idearios y prácticas «establecidos», destacando su debilidad y sus fracasos. En su caso, surge como una declaración de profunda insatisfacción con la psicología vigente, a su entender sumida en un estado de grandes deficiencias por las dos corrientes dominantes en su seno: el conductismo y el psicoanálisis freudiano. Así se refleja
en las primeras definiciones, provenientes en los propios promotores de este movimiento:
La Psicología Humanista puede ser definida como la tercera rama principal del campo general de la psicología (las otras dos son la psicoanalítica y la conductista y y en cuanto tal, se ocupa primariamente de aquellas capacidades y potencialidades humanas que tienen poco o ningún sitio sistemático, ya sea en la teoría positivista o conductista, ya sea en la teoría psicoanalítica clásica: tales, por ejemplo, como el amor, la creatividad. el si mismo. el crecimiento, el organismo, la gratificación básica de la necesidad, la auto-actualización, los valores superiores, el ser, el llegar a ser, la espontaneidad: el juego, el humor, la afectividad, la naturalidad, el calor, la trascendencia del yo, la objetividad, la autonomía, la responsabilidad. la significación. el juego limpio, la experiencia trascendental, la salud psicológica y conceptos afines.
Ese mismo año escribe Maslow unas palabras que ayudan a perfilar su posición respecto de las otras dos fuerzas alternativas. Refiriéndose a Freud dice: La imagen que éste nos da del hombre es definitivamente impropia, pues deja a un lado sus aspiraciones; sus cualidades superiores... Nos proporciona así la mitad enferma de la psicología: ahora nosotros debemos contribuir con la mitad saludable. (Maslow. 1962).
En cuanto al conductismo, adopta una posición igualmente clara: La ciencia mecánica (que en psicología adopta la forma de conductismo,) no es incorrecta, más bien resulta demasiado estrecha para fungir como una filosofía general o amplia al menos (Maslow. 1966).
La Psicología Humanista criticaba al Conductismo su estrechez de miras, su artificialidad y su incapacidad para suministrar una comprensión de la naturaleza humana. Su énfasis en la conducta manifiesta se consideraba deshumanizante: se equiparaba a los seres humanos a una rata blanca de gran tamaño o a un computador más lento (Bugental. 1967). Hurtando así la consideración de lo más genuinamente psicológico y humano, esto es, la vivencia interior y la subjetividad.
La Psicología Humanista rechaza la imagen de un organismo robotizado que responde mecánicamente a los estímulos que se le presentan. En definitiva, se opone al conductismo por considerarlo mecanicista, elementalista y reduccionista.
James Bugental (1967) resumía en los seis puntos siguientes las diferencias fundamentales planteadas por la Psicología Humanista frente al conductismo:
1. Una adecuada comprensión de la naturaleza humana no puede basarse exclusivamente, ni siquiera ampliamente, en los hallazgos de la investigación animal. Una psicología basada en datos animales excluye los procesos y experiencias humanos.
2. Los problemas a investigar en psicología deben ser significativos en términos de la existencia humana y no deben elegirse solamente sobre la base de su idoneidad para la investigación de laboratorio y la cuantificación.
3. La atención debe centrarse en las experiencias subjetivas internas en vez de en los elementos de conducta manifiesta. No es necesario descartar la conducta manifiesta como objeto de estudio pero éste no debería ser el único objeto de investigación.
4. La influencia mutua y continua de la llamada psicología pura y de la psicología aplicada debe quedar reconocida. El intento de divorciarlas conlleva un detrimento de ambas.
5. La psicología debe interesarse por el caso individual en vez de por el desempeño promedio de grupos. El énfasis sobre los grupos ignora el caso atípico, excepcional, la persona que se desvía del promedio.
6. La Psicología debe buscar lo que pueda enriquecer la experiencia humana.
Los psicólogos humanistas se sitúan también frente al psicoanálisis freudiano: estiman que es irracionalista y determinista. Esto
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