Sentido de la empresa y ética empresarial
Enviado por Ingridcaro2015 • 17 de Mayo de 2015 • Tesis • 1.034 Palabras (5 Páginas) • 255 Visitas
La ética empresarial es una disciplina que empieza a tener un estatus propio desde la década de los 60 y 70 del siglo XX, donde aparecen una serie de publicaciones y comienzan a dictarse cátedras de dicha materia. Podemos catalogarla como una ética aplicada cuya misión es pensar el sentido ético de la actividad empresarial. No obstante, desde su aparición siempre han surgido dudas de parte de los escépticos. ¿No es una construcción ideológica o encubridora para justificar la actividad amoral (y hasta inmoral) de las empresas? ¿No es más una cosmética que una real ética? ¿Por qué poner limitaciones éticas a una actividad que sólo se rige por las leyes del mercado? A veces, la realidad parece dar la razón a esas posturas (caso Enron, juguetes fabricados con sustancias tóxicas, explotación laboral, daño al medio ambiente, etc.), sin embargo también hay logros importantes (la efectiva puesta en práctica de la Responsabilidad Social Empresarial, la preocupación por el desarrollo humano de sus trabajadores, la sensibilidad por el medio ambiente, etc.) que afirman la necesidad de seguir pensando y actuando en pro de empresas más éticas y humanas. Además, las prácticas amorales o injustas de las empresas tradicionales requieren de muchos factores para ir mutando a nuevas formas más preocupadas por la moral y el bienestar personal y colectivo. En este artículo revisaremos algunos conceptos que se han estado usando en los trabajos de ética de empresa, para ver nuevas aristas de su contenido así como sus implicancias. Nuestra perspectiva será ética antes que económica o administrativa.
1. Sentido de la empresa y ética empresarial
La ética de la empresa ha venido a replantear el sentido mismo de la empresa, a develar su sentido metafísico y transformarla en un sentido más pragmático. La empresa, en sentido tradicional y metafísico, ha sido vista como una entidad única cuyo sentido se encuentra en su propia auto-sobrevivencia, en persistir en su ser. En lenguaje empresarial, ha sido vista como una organización compuesta por recursos humanos (obreros, empleados, funcionarios, supervisores), recursos materiales (maquinaria y equipo, edificios, materia prima y capital) y sostenido por un sistema administrativo. Es curioso que esta organización económica que se sabe a sí misma como pragmática (es decir, no intelectual o teórica) se presenta como un ente metafísico. No hay nada más metafísico que esta visión de la realidad como entes únicos que se afirman a sí mismos (diferenciándose u oponiéndose —o “compitiendo”— a los demás).
La aparición de la teoría de los stakeholders ha venido a cuestionar y replantear la forma tradicional y metafísica de entender una empresa. Muchos autores solo la han entendido como grupos que pueden ser afectados por la actividad empresarial y ante los cuales debe responder. Sin embargo, esta comprensión ética solo se sostiene si la empresa misma es entendida de manera diferente. Así, desde la teoría de los stakeholders, la empresa pierde su carácter de entidad cerrada y egocéntrica, para pasar a ser una realidad que debe su existencia a los stakeholders, es decir, una entidad que solo es posible por su interrelación con otras realidades. Por lo que una empresa debe su ser y
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